Hoy, en plenaria en la Cámara de Representantes, se aprobó por unanimidad el proyecto de ley que prohíbe la producción, comercialización y distribución el asbesto en Colombia a partir de enero de 2021. La organización ambientalista Greenpeace, que lleva adelante una campaña activa en conjunto al movimiento Colombia sin asbesto desde 2017 estuvo presente en el recinto y celebró la noticia. “Hoy se hizo historia. Es una victoria sin precedentes a favor de la salud del país. También es un homenaje a las víctimas del asbesto y a la lucha incansable y emocionante de sus familiares”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia. Y sentenció: “El asbesto acaba de morir en Colombia y ahora solo falta tramitar el acta de defunción”.
“Hoy ganó Colombia. Este proyecto se hundió siete veces por la presión de la industria.Gracias a la presión pública, al poder ciudadano y a la voluntad de Congreso, podemos decir que el asbesto se prohibió en Colombia de una vez por todas”, dijo Gómez. “Llevamos adelante una ardua batalla para, por fin, salvar la vida de miles de colombianos al prohibir esta sustancia tóxica. Colombia hoy dejó de pertenecer al pequeño grupo de países que no había prohibido el asbesto para pasar a ponerse del lado de la salud de los colombianos. La conciliación entre el Senado y la Cámara debe darse lo antes posible”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, esta sustancia ha sido responsable de 1744 muertes por cáncer de pulmón entre 2010 y 2014. “Lo que mata no se elimina, se prohíbe de una vez y para siempre”, dijo Gómez. “Por eso, celebramos la disposición de diálogo y el acuerdo en el Congreso. Hay cosas que no pueden suspenderse ni eliminarse, deben prohibirse. Hoy Colombia se sumó al grupo de 68 países que ya prohibieron al asbesto y homenajeó a Ana Cecilia Niño y todas las víctimas”, agregó la directora.
Más de 200 mil personas firmaron la petición de Greenpeace y Change.org para que se prohíba el uso del asbesto en todo el territorio colombiano. La organización ambientalista ha trabajado junto a la Fundación Ana Cecilia Niño y ha llevado a cabo diversas acciones públicas para lograr el objetivo, pidiéndole a los senadores y congresistas por la aprobación del proyecto de ley durante dos años. Al proyecto solo le resta la conciliación entre el Senado y el Congreso y una posible sanción presidencial. “La prohibición del asbesto ya es un hecho. Los procesos administrativos deben apurarse para que esta sustancia no se cobre ninguna vida más”, finalizó Gómez.