La Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá dio respuesta ante la alerta de Greenpeace sobre los niveles de contaminación de aire

Desde Greenpeace celebramos la celeridad en la respuesta por parte del gobierno de Bogotá a través de la Secretaría Distrital de Ambiente frente a nuestra alerta sobre los niveles de contaminación de aire en la ciudad ya que hoy superan los parámetros permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nos alienta escuchar que esta problemática está entre sus principales prioridades y por ende agradecemos que considere trabajar sobre nuestros cuestionamientos y la preocupación ciudadana ante su red de monitoreo de la calidad de aire.

Nuestra campaña se enmarca en la conciencia ciudadana ante sus derechos para vivir  en un ambiente limpio, sano, justo y equitativo, debiendo ser esto una prioridad para la alcaldesa Claudia López si se desea cumplir con los objetivos planteados en la Declaratoria de Emergencia Climática. 

Los bogotanos están expuestos a enfermedades cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedades pulmonares e infecciones respiratorias, como la neumonía, entre otras a consecuencia de los niveles de contaminación de aire. Aún siendo más preocupante la problemática para quienes viven en las localidades más pobladas y de menos recursos económicos, con mayores presiones demográficas y desigualdad climática. En Bogotá la contaminación del aire por el PM 2.5 fue responsable de la pérdida estimada de 5400 vidas durante el pasado año.

Las estaciones de monitoreo deberían ser ubicadas sobre las vías principales de transporte a la altura de donde se movilizan los ciudadanos y transeúntes, no en lugares alejados o elevados donde figuran actualmente. 

Desde Greenpeace continuaremos siendo veedores de la puesta en marcha de los mandatos de la declaratoria de emergencia climática, y del plan estratégico para mejorar la calidad del aire en la ciudad. Asimismo, seguiremos alertando sobre la ineficiencia del sistema de monitoreo actual en la ciudad donde los parámetros establecidos por la medición de Bogotá de la concentración anual de PM2.5 y de PM10 exceden en un 150% según los rangos permitidos por la OMS.

Creemos que la salud es una prioridad y cualquier medida que se tome para mejorar la calidad de vida de las personas deberá encaminarse hacia un sistema de monitoreo que utilice los parámetros de la OMS y que mida de forma eficiente lo que estamos respirando cuando el ciudadano se moviliza en la vía pública.