A horas del tratamiento en el Senado de la Nación de la ratificación del Acuerdo de Escazú, Greenpeace reiteró la importancia de esta sanción y destacó el momento que atraviesa el país como marco propicio para dar esta señal de pacificación para la ciudadanía. 

“En este contexto se hace más visible que nunca la necesidad de proteger a los defensores del ambiente y de la naturaleza, y de avanzar en medidas como éstas, que fortalecen la democracia y la libertad de expresión”, señaló Silvia Gómez, Directora de Greenpeace Colombia. 

En Colombia el asesinato de lideres sociales y ambientales ha ido en aumento desde el año 2016, con cifras alarmantes y que confirman la urgencia de la ratificación del este acuerdo.(1) Este es el primer tratado sobre ambiente y derechos humanos que busca proteger a las personas defensoras del ambiente y prevenir los conflictos ambientales. 

Si bien el Acuerdo de Escazú entró en vigencia el día 22 de abril de 2021, la participación de Colombia en él ha sido procrastinada y no ha habido interés genuino por parte del gobierno nacional para su ratificación.  Con el inicio de la pandemia, en lugar de radicar el Proyecto de Ley en el Congreso en marzo de 2020, el gobierno lo hizo hasta julio del año pasado.

La falta de ratificación por parte del Congreso retrasa la posterior revisión que tendría que hacer la Corte Constitucional y la puesta en marcha de este importante tratado internacional en Colombia. 

No es posible construir la pacificación del país ni preservar el ambiente sin proteger a quienes lo defienden” Declaró Gómez. “Escazú es un instrumento clave para consagrar la protección de los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales”. 

El Acuerdo permitiría el acceso y la consolidación de sistemas de información ambiental más actualizados y acordes con reformas en el marco normativo que garantizan la participación ciudadana desde etapas iniciales en procesos de toma de decisiones que puedan afectar el medio ambiente o la salud, el acceso a la información en igualdad de condiciones para los grupos más vulnerables y a la justicia en materia ambiental y de derechos humanos. 

“En este contexto de manifestaciones, de participación jóven y de necesidad de continuar los reclamos por una sociedad y un planeta mejores, sin violencia, el Acuerdo de Escazú es una herramienta impostergable“. Finalizó la representante ecologista.

1  Global Witness. 2020. Defendiendo el Mañana. La crisis climática y las amenazas contra los defensores de la tierra y el medio ambiente. https://www.globalwitness.org/en/campaigns/environmental-activists/defending-tomorrow/