Sus viajes llegaron a su fin en 2022, dejando un orgulloso legado de inspiración y protección ambiental.

En el transcurso de dos décadas, la tripulación del Esperanza se enfrentó a la pesca pirata y a los arpones balleneros; desde las regiones polares hasta África Occidental. También se asoció con científicos y periodistas para revelar actividades ilegales y realizar estudios innovadores. Luchó en nombre de las personas y el planeta contra aquellos que están dispuestos a destruir por su propio beneficio y poder.

La embarcación fue construida en 1984 en Gdansk, Polonia, y utilizada por la armada rusa como barco de bomberos. Antes de unirse a nuestra flota en el 2000, el barco era conocido como “Echo Fighter”.

Las primeras tripulaciones de Greenpeace a bordo taparon la ‘h’ para deletrear “Eco Fighter“, pero cuando la organización comenzó un reacondicionamiento ecológico de la embarcación se convocó una votación online para elegir un nombre permanente.

Miles de activistas en Argentina y otros países hispanos vieron una oportunidad histórica: el primer barco de Greenpeace con nombre en español. Uniendo su entusiasmo por la acción en el mar y el activismo digital emergente de la época, inundaron la votación con un nombre: Esperanza.

Durante más de dos décadas, la historia del Esperanza fue a suma de las acciones de su equipo talentoso y dedicado, las y los valientes activistas y voluntarios que lo llamaron hogar, los grupos que ayudaron a llevar esperanza en acción a través de campañas, y las personas que permitieron traer el Esperanza a nuestra flota, le dieron nombre al barco y lo apoyaron en cada tramo de su viaje.

El barco medía 72.3 metros de largo (eslora) y su velocidad máxima era de 16 nudos. Debido a estas características fue ideal para acciones rápidas y de largo alcance. Además, por su capacidad para navegar entre el hielo pudo trabajar en regiones polares.

Al comprar el buque se reconvirtió para que sea amigable con el medio ambiente y se le realizaron diferentes mejoras:

– Adecuación del sistema carburante para evitar derrames en el mar.
– Los sistemas de refrigeración y aire acondicionado funcionaron con amoníaco y no contribuyeron al cambio climático ni afectaron la capa de ozono.
– Contaba con una propulsión diésel-eléctrica más eficiente.
– Tenía un sistema de reciclaje de aguas residuales que permitía que solo el agua limpia sea arrojada fuera de borda.
– El sistema de calefacción estaba basado en el aprovechamiento de residuos.
– El casco no contenía pintura contaminante.
– El sistema de propulsión era efectivo para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

2002
Un equipo de Greenpeace llegó a Johannesburgo, Sudáfrica, a bordo de la nave para estar presente durante el desarrollo de la Cumbre de la Tierra organizada por Naciones Unidas. Allí se le exigió a las autoridades de los países participantes que adopten medidas serias para proteger el medio ambiente.

2005-2007
El Esperanza formó parte de acciones en defensa de ballenas amenazadas por la flota japonesa en el océano Antártico.

2009
Documentamos prácticas de pesca ilegal en el océano Pacífico.

Además, el Esperanza participó en acciones contra centrales eléctricas de carbón que afectan el clima en Australia.

2010
Llegamos hasta el Ártico con el objetivo de investigar algunas de las amenazas que sufre la región. Posteriormente, viajamos a Groenlandia, donde la compañía Cairn Energy estaba perforando en busca de petróleo.

También pusimos el barco a disposición de la organización internacional Médicos Sin Fronteras para ayudar a la población de Haití después del terremoto producido a comienzos del año. El buque fue utilizado para transportar medicinas y diferentes suministros (bidones, mantas, piezas de jabón y combustible).

2014
En mayo, más de 80 activistas de Greenpeace intentaron detener al buque petrolero ruso Mikhail Ulyanov en el puerto de Róterdam, Holanda. El barco trasladaba las primeras 70 mil toneladas de petróleo extraídas del Ártico.
El Esperanza formó parte de la actividad junto a nuestra embarcación Rainbow Warrior, botes inflables, equipos de escaladores y ala deltas.

A fines del mismo mes, nos dirigimos a Noruega a bordo del Esperanza y ocupamos con nuestro barco el lugar exacto donde la empresa Statoil planeaba posicionar la plataforma petrolera Transocean Spitsbergen. La protesta duró 89 horas.

2015
El Esperanza llegó a Chile para apoyar la campaña en defensa de los glaciares. Un equipo de Greenpeace estudió el impacto que tuvo el cambio climático sobre los glaciares de la Patagonia.

2016
Nuestro barco visitó Argentina en el marco de la campaña de bosques.  El país se encuentra en situación de emergencia forestal.

2017
Un equipo de Greenpeace viajó en el Esperanza hasta el arrecife de coral del Amazonas, en Brasil. Allí un grupo de expertos documentó el ecosistema que cuenta con 9.500 km2. Gracias a esta expedición fue posible capturar las primeras imágenes submarinas tomadas en el lugar.

2019
En abril iniciamos un recorrido de casi un año desde el Ártico a la Antártica a bordo del Esperanza y de nuestro barco Arctic Sunrise. Así buscamos exponer las amenazas que enfrentan los océanos y pedir por un tratado global que proteja las aguas internacionales.

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