La movilidad sustentable es un modelo de traslado y de ciudad que permite a las personas ir de un lugar a otro sin generar tantas emisiones contaminantes,  de forma accesible, eficiente, segura y equitativa para todo tipo de personas y necesidades.

La forma actual en la que las personas nos movemos en la mayoría de las ciudades está acabando con nuestra paciencia: muchas horas de traslado, precios elevados, hacinamiento en los transportes e inseguridad. Te entendemos. 

Tráfico en las grandes ciudades de México contamina el aire
Tránsito lento en Viaducto, una de las avenidas principales de la Ciudad de México © Greenpeace

Además, este modelo de movilidad –que privilegia infraestructura para automóviles particulares en lugar de formas de transporte público más sustentable– está acabando con las ciudades. El transporte produce una cuarta parte de las emisiones de gases que provocan el cambio climático, de acuerdo con el informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2019, de las Naciones Unidas, basado en el inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 2015 (último año de actualización), del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC). 

En un recorrido de aproximadamente 6 km en las colonias céntricas de la Ciudad de México, se identificó que los vehículos que más emisiones de GEI generaron per cápita fueron las motocicletas (540 gCO2 per cápita), seguidas del auto particular (530 gCO2 per cápita) y finalmente el transporte público con tan sólo 3gCO2 per cápita. Los modos de transporte no motorizados (bicicleta, patines y caminar) no generan emisiones durante el recorrido y fueron más satisfactorios para quienes lo realizaron, de acuerdo con la experiencia de un desafío Modal en el que participó Greenpeace en 2018. 

El problema de la contaminación por transporte ya llegó a nuestros pulmones: 9 de cada 10 personas que habitan en una ciudad respiran aire contaminado, según el informe de la ONU. México  ocupa el cuarto lugar en emisiones de dióxido de azufre en el mundo, solo detrás de India, Rusia y China, como puede verse en este reporte sobre los puntos críticos de emisiones globales de SO2.

La movilidad sustentable es todo lo contrario a ese panorama. Se trata de un modelo de traslado saludable de bajo consumo de carbono que prioriza el elevar la calidad de vida urbana y el bienestar colectivo, así como la creación de espacios públicos confortables que favorezcan la convivencia ciudadana. 

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Apoyar una movilidad sustentable es apoyar la defensa del medio ambiente © Greenpeace
Apoyar una movilidad sustentable es apoyar la defensa del medio ambiente © Greenpeace

¿Te imaginas cómo sería trasladarte a tu trabajo en bicicleta sin tener que pelear el carril con los automóviles? ¿Te imaginas salir a caminar rodeada de jardínes y zonas verdes? ¿Te imaginas tomar el transporte público y tener la confianza de que será un viaje confortable y seguro? Eso es la movilidad sustentable.

Necesitamos más y mejor transporte público no contaminante

Sí, la decisión que tomas sobre el cómo llegarás a tu escuela o trabajo podría contribuir a incrementar el cambio climático o a empeorar tu salud y la de las personas que te rodean, en especial de niñas, niños y personas adultas mayores, pero en Greenpeace sabemos que no todo depende de ti, por el contrario, las autoridades locales y federales tienen un papel central para ofrecerte mejores alternativas. 

Por años, las autoridades han privilegiado el presupuesto público para infraestructura para automóviles particulares y menos recursos para otras formas de transporte; esto ha hecho que la forma de movilidad que conocemos actualmente, además de contaminante, sea desigual. Solo 53% de quienes residen en ciudades tiene acceso conveniente a transporte público, es decir, que una parada de autobús esté a una distancia de hasta 500 metros a pie del lugar en el que vive, de acuerdo con el informe de las Naciones Unidas. Es un círculo vicioso: la ineficiente oferta de transporte público en nuestras ciudades hace que cada vez más personas prefieran moverse en automóvil, generando más tránsito y contaminación en el aire.

Mujeres en transporte. ¡Exijamos espacios seguros!
Mujeres en el transporte público de la Ciudad de México

La solución está clara: para reducir nuestra huella de carbono, tenemos que cambiar nuestra forma de trasladarnos hacia alternativas más sustentables como la bicicleta y el transporte público cero emisiones, pero las autoridades deberían garantizarnos plenamente este derecho y todas las alternativas reales y eficientes para ejercerlo.

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Consume menos, consume mejor

Hoy tenemos la oportunidad de hacer frente a esta crisis y reinventar nuestro estilo de vida y el modelo actual de consumo masivo hacia uno que sea más sustentable, donde consumamos responsablemente, poniendo a las personas y al planeta en el centro.

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