#Transgénicos

Hace 25 años, activistas de Greenpeace denunciaron la introducción ilegal de maíz genéticamente modificado (GM) a través del puerto de Veracruz. Este evento desencadenó un intenso período de reflexión sobre cómo abordar a fondo las múltiples cuestiones relacionadas con la introducción y liberación del maíz transgénico, y el impacto económico, social y cultural que tendría, especialmente en México, considerado el centro de origen, domesticación y diversificación del maíz.

Los transgénicos son organismos que han sido genéticamente modificados, por ejemplo, para producir insecticidas o generar resistencia a herbicidas. Forman parte del modelo de agricultura industrial, el cual acentúa la desigualdad en el campo y hace uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes sintéticos, afectando tanto la salud como el medio ambiente.

Cada vez más datos científicos confirman los riesgos que los transgénicos suponen para la salud y el medio ambiente. La respuesta ante esto es la agricultura ecológica, un modelo basado en una gestión sostenible de los recursos locales que beneficie tanto a productores como a consumidores.

En 2007, nos sumamos a la Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano "Sin Maíz no hay país", impulsada por más de 300 organizaciones campesinas, indígenas, urbanas, de consumidores, grupos ambientalistas, de mujeres, de derechos humanos, representantes de la cooperación internacional, intelectuales, artistas, científicos, estudiantes y ciudadanos de a pie, provenientes de casi veinte estados de la República Mexicana. Desde entonces, hemos luchado en conjunto por la soberanía alimentaria, por una agricultura que trabaje por la vida y no contra ella.