
Hablar de los yaguaretés nos transmite la alegría de saber que compartimos este mundo maravilloso con ellos. Sin embargo, también nos llena de preocupación porque sabemos que la especie está en peligro crítico de extinción en nuestro país.
Nuestro gran continente americano es un territorio extenso donde existen variedad de hábitats, ríos caudalosos y climas bondadosos, lo que permite que la biodiversidad encuentre un lugar perfecto para prosperar. En este entorno casi perfecto, no es raro que existan animales increíbles como el gran yaguareté, el mayor felino de la región (y el tercero en el mundo, luego de los tigres asiáticos y los leones).
Ante la declinación constante de su población en nuestro país -quedan cerca de 250 ejemplares- este 29 de noviembre, en su Día Internacional, te proponemos llevar esta conversación a las aulas para crear conciencia en pos de su conservación.
El rey de las selvas americanas

Hablamos del animal que es el gran amo de las selvas porque sólo con su presencia impone respeto entre animales y humanos por igual. ¿Cómo no hacerlo cuando un macho puede alcanzar los 2,50 metros de longitud, incluida la cola, y pesar hasta 140 kg?
Además, posee la mandíbula más fuerte de todos los felinos,lo que le facilita tener una dieta amplia y variada, alimentándose de grandes vertebrados como el tapir, chanchos de monte y venados. También se incluyen en su menú coatíes, yacarés y presas menores como tortugas, lagartos, aves, peces, cuises, etc.
Hasta principios del siglo XX, la especie ocupó desde el sur de Estados Unidos hasta la Patagonia argentina. El hecho de que hayan llegado a abarcar tanto territorio se explica porque cada animal precisa aproximadamente de 40 mil hectáreas de bosque continuo y en buen estado de conservación para vivir (esto equivale a una superficie dos veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires).
Su presencia es garantía de que otras especies de flora y fauna están también protegidas, lo que asegura una naturaleza sana para las personas. Por todo esto, está comprobado que allí donde haya yaguaretés, se tiene un buen indicador de la salud de los ambientes.
Desde los tiempos prehispánicos, los pueblos originarios conviven con este gigante, respetándolo y venerándolo como su protector -incluso muchas culturas consideran tener lazos familiares con ellos-.
¿Cómo está su situación en la actualidad?

Lamentablemente, el reinado de los yaguaretés empezó a declinar de manera drástica hace un siglo y ya nunca se recuperó. Las actividades humanas empezaron a ocupar las tierras que solían ser su hogar con cultivos, ganado y viviendas. Al mismo tiempo, los desmontes, la cacería y los atropellamientos sumaron más factores de riesgo a su supervivencia.
En la actualidad, la ciencia estima que a nivel mundial los yaguaretés ocupan menos del 50% de su distribución original. En nuestro país, la situación es igual de alarmante. A pesar de los esfuerzos legales, la pérdida llevó a que en los 200 años se recluya en un alarmante 5% de su superficie original. Podemos encontrar a sus últimas poblaciones distribuidas en las ecorregiones de la Selva Paranaense, la Región Chaqueña y la Selva de las Yungas.
A medida que su entorno natural se reduce y divide en parches más pequeños y aislados, los yaguaretés enfrentan dificultades crecientes para cazar y reproducirse. Esta situación no solo limita su acceso a presas y parejas, sino que también aumenta el riesgo de conflictos con humanos y la exposición a actividades ilegales como la caza furtiva.
Así se entiende que se lo catalogue a nivel nacional como “Especie En Peligro Crítico” (Resolución SAyDS 1030/04 y 513/07). Asimismo, es una de las pocas especies de la fauna argentina que ha sido declarada como Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463, del año 2001. Esta norma establece que la Administración de Parques Nacionales y la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación deben implementar un plan de manejo que asegure su supervivencia. Además es Monumento Natural Provincial en las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Misiones. A pesar de esto, su territorio no está protegido.
Día Internacional del Yaguareté: un llamado de atención

Por todos estos motivos desde 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya establecido cada 29 de noviembre como Día Internacional del Yaguareté para crear conciencia sobre la importancia de su conservación.
Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de bosques de Greenpeace en Argentina explica que “Si queremos salvar esta especie emblemática y lo que significa para la diversidad, debemos proteger los bosques y terminar con la deforestación. Estamos al límite de perderlo y toda acción que se haga para evitar su desaparición es importante, pero todos sabemos que sin monte, no será posible”.
En conclusión, estos felinos únicos merecen que hagamos todos los esfuerzos posibles para garantizarles su medio de vida. Por eso, desde Greenpeace continuamos difundiendo sobre su situación también en las aulas mientras exigimos que se proteja su hábitat a través de nuestra campaña de Bosques.


