© Sebastian Pani / Greenpeace.
© Sebastián Pani / Greenpeace

En rechazo al nuevo proyecto de modificación de la Ley de Glaciares

Buenos Aires, diciembre de 2025.- Un Papá Noel que lleva como estandarte la protección de los glaciares y un Grinch que busca quedarse con el agua dulce. Así fue la propuesta de Greenpeace, en las vísperas de la celebración navideña, para exigir al Senado que no reforme la Ley de Glaciares, norma pionera en el mundo que protege las reservas estratégicas de agua dulce del país. 

© Sebastian Pani / Greenpeace.

“Una vez más, estamos en el Congreso para exigir que la Ley de Glaciares no sea modificada. El proyecto impulsado es inconstitucional, ya que contradice el espíritu original de la norma al romper con el carácter de los presupuestos mínimos ambientales amparados por la Constitución Nacional y deja librada a decisiones discrecionales de las provincias la protección del agua en la cordillera”, sostuvo Agostina Rossi Serra, especialista en biodiversidad de Greenpeace. 

© Sebastian Pani / Greenpeace.

Los glaciares y el ambiente periglacial son reservas estratégicas de agua dulce que abastecen de forma directa a 7 millones de personas en el país e indirectamente sostienen actividades económicas regionales como la agricultura y el turismo. La ley vigente protege estos ecosistemas de manera integral, sin condicionarlos a verificaciones posteriores, ya que reconoce que un daño puede ser irreversible. Su degradación no solo compromete el agua en la actualidad, sino la resiliencia hídrica necesaria en un país fuertemente afectado por la crisis climática.

© Sebastian Pani / Greenpeace.

La semana pasada, luego de dos días de exposiciones que involucraron a la comunidad científica, organizaciones ambientalistas, gobernadores y representantes de cámaras mineras, el proyecto de modificación de la Ley de Glaciares obtuvo dictamen favorable de mayoría en comisión. Sin embargo, el tratamiento en el recinto fue postergado hasta febrero. 

© Sebastian Pani / Greenpeace.

“El dictamen, emitido con una velocidad injustificable, expone la intención de un proceso legislativo exprés, impulsado por fuera de los estándares mínimos que requiere el tratamiento de una legislación ambiental de tal relevancia. La Ley de Glaciares fue sancionada tras años de debate público, audiencias y participación social masiva, y no puede ser desmantelada en días y sin discusión real. Intentar cerrar este debate a las apuradas confirma que quienes impulsan estos cambios subestiman la relevancia social, ambiental y estratégica del agua para el país. La Ley de Glaciares no requiere reformas, necesita ser respetada tal cual está, por su carácter vital en la protección de estas fuentes estratégicas de agua dulce”, agregó Rossi Serra. 

© Sebastian Pani / Greenpeace.

En un contexto de crisis hídrica y climática, Greenpeace advierte que avanzar con esta modificación implicaría un retroceso grave en la protección del agua en Argentina. La organización insiste en que la Ley de Glaciares no es un obstáculo para el desarrollo, sino una garantía básica para la seguridad hídrica de millones de personas.

Recientemente, organizaciones ambientalistas han acercado documentación al Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) para instar a que rechace esta propuesta regresiva de modificación de la normativa ambiental. (1)

Más información: 

  1. Carta enviada al Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) y documentación respaldatoria: 

Glaciares: hielos en peligro

Es importante comprender el rol fundamental que cumplen tanto los glaciares como el ambiente periglaciar en el resguardo de los recursos hídricos, por lo cual ambos necesitan protección.

Participá