No existe ningún país que se salve de los incendios forestales. Anticipándonos al inicio de las altas temperaturas del verano en nuestro hemisferio, renovamos los consejos para cuidar los bosques de las llamas.
Este año en Argentina se registraron focos en distintos puntos y en diferentes épocas. El más reciente, en Córdoba, dejó imágenes apocalípticas.
Sólo para mencionar un ejemplo más, tomemos lo que ocurre con los bosques andino patagónicos. En la última década el fuego arrasó 80.000 hectáreas en la Patagonia argentina, una superficie similar a casi 4 veces la ciudad de Buenos Aires.
Es lamentable saber que en 95% de los casos es la mano del hombre la que está detrás. Entre las causas más comunes están las fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, el abandono de tierras y la preparación de áreas de pastoreo con fuego. Es decir, circunstancias que podrían evitarse.
Desde Greenpeace realizamos una consulta popular para saber si ciudadanos y ciudadanas consideran que los incendios forestales deberían considerarse un delito y ser penados por ley. 99% opinó que estaba de acuerdo de que esto fuera así.
Es decir, reconocemos que estamos frente a un problema de magnitud que se repite una y otra vez. Crear conciencia e informar sobre cómo prevenir estos desastres es también parte de la solución.
Así podés prevenir los incendios forestales:
- No fumar en el bosque ni arrojar cigarrillos fuera del coche. Una sola colilla encendida puede provocar un incendio que, en condiciones secas, se propaga con rapidez.
- Hacer fogatas sólo en áreas autorizadas. Al apagarlas, hay que dejar que las cenizas se enfríen completamente o apagarlas con agua antes de eliminarlas. Y nunca hay que dejar la parrilla desatendida.
- En épocas secas y con riesgo de incendios forestales no iniciar ningún fuego, aunque no esté expresamente prohibido.
- No utilizar velas, antorchas o faroles.
- Estacionar sólo en zonas que estén indicadas para eso. Los gases calientes del escape y los convertidores catalíticos pueden encender la hierba seca.
Desde la base: un paso más para prevenir los incendios forestales
Hasta aquí, consejos básicos que toda persona debe tener presentes. Pero los gobiernos y las empresas deben hacer su parte e ir un poco más a fondo. ¿Cómo?
Los bosques de coníferas jóvenes y escasos, formados por abetos o pinos, corren especial peligro de sufrir incendios forestales. Sabiendo esto, deben regenerarse los bosques caducifolios naturales con especies nativas y variadas.
Considerando que para producir más carne se talan y queman bosques para convertirlos en campos de pastoreo para ganado, elegir comer menos es una forma de desincentivar este comercio.
La Ley de la Unión Europea para la protección forestal mundial es un paso adelante en este sentido.
Seguir luchando para reducir las emisiones contaminantes que generan cambio climático es siempre la mejor opción. En un planeta equilibrado los eventos climáticos extremos disminuyen su frecuencia. Es decir, que con menos sequías y menos olas de calor, los incendios se vuelven más controlables.
Los gobiernos deben aumentar la cantidad de brigadistas, mejorar sus condiciones laborales y la infraestructura para controlar y combatir los incendios, y asegurar la regeneración de los bosques arrasados por el fuego.
Como se ve, es mucho lo que está en nuestras manos. Tanto para hacer directamente, como para exigir a quienes tienen un poder de decisión más alto. Es tiempo de entrar en acción para proteger a los pulmones verdes que nos quedan 🌳🌴🌳.
Estamos en una emergencia forestal, climática y de biodiversidad. Pedí que se prohíban y penalicen los desmontes y los incendios forestales.
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