© Luca Marino / Greenpeace

Un equipo internacional de activistas de Greenpeace ha descendido en rappel desde el puente Forth Road de Escocia para impedir que un petrolero de INEOS entregue su cargamento de gas estadounidense procedente de la fracturación hidráulica a la planta petroquímica de Grangemouth.

La protesta de Greenpeace se dirige contra el gigante químico INEOS, propiedad del multimillonario Sir Jim Ratcliffe, que se opone a los esfuerzos de los Estados miembros de la ONU para lograr un Tratado Global sobre los Plásticos que frene la contaminación plástica. INEOS es el mayor fabricante de plásticos del Reino Unido, con una producción diaria de entre 30.000 y 35.000 millones de nurdles (gránulos) en su planta de Grangemouth, suficiente para fabricar 60 millones de botellas de plástico.

La acción se produce menos de dos semanas antes de que los gobiernos se reúnan en Ginebra (Suiza) para la sexta y última ronda de negociaciones sobre el Tratado Global sobre los Plásticos (del 5 al 14 de agosto).

Greenpeace exige que en estas conversaciones se acuerde una reducción de la producción mundial de plástico de al menos un 75 % para 2040, y que la ONU excluya de las negociaciones del tratado a los grupos de presión de INEOS y otras empresas de combustibles fósiles. Los productores de plásticos, incluido INEOS, han enviado a cientos de grupos de presión para ejercer su influencia en cada etapa de las negociaciones hasta la fecha. Los grupos de presión han empleado tácticas como la intimidación y el acoso para bloquear un acuerdo que incluye límites a la producción de plástico.

Los 10 escaladores se enfrentan al gigantesco petrolero INEOS “INDEPENDENCE”. El buque ha pasado los últimos 10 días cruzando el Atlántico con 27.500 metros cúbicos de etano con destino a Grangemouth, donde INEOS lo utilizará en la producción de plástico virgen.

Amy Cameron, directora de programa de Greenpeace Reino Unido, declaró:

“La contaminación por plásticos ha alcanzado un punto crítico: está envenenando nuestra tierra, mares, aire e incluso nuestros cuerpos. El Tratado Global sobre Plásticos nos ofrece una oportunidad única en una generación para abordar el problema de una vez por todas, por lo que no sorprende que INEOS y su multimillonario jefe, Jim Ratcliffe, estén haciendo todo lo posible para detenerlo.

Ratcliffe intenta distraernos con equipos deportivos y patrocinios, pero no vamos a permitir que llene nuestro planeta de plástico para llenarse los bolsillos de ganancias. Ratcliffe intenta bloquear un Tratado Global sobre Plásticos sólido, así que hoy lo bloqueamos”.