Foto: Angela Christofilou

#Stopcambo publicó esta nota sobre los proyectos que la noruega Equinor tiene en marcha en todo el mundo. Considerando cómo el gigante petrolero estatal evade el escrutinio público, estar atentos a sus pasos es clave para frenar a tiempo sus intenciones extractivistas

El ejemplo más claro de cómo obra el rey del greenwashing es que hasta hace poco en Reino Unido poco se hablaba de la empresa. No fue sino hasta que trascendieron sus intenciones de hacerse con el yacimiento petrolífero Rosebank, el más grande que queda sin explotar en el Mar del Norte Británico, que su nombre empezó a levantar sospechas. 

¿Cómo podía pasar inadvertido un proyecto que de concretarse emitirá tanto dióxido de carbono (CO2) como los 28 países de menos ingresos del mundo? 

Incluso al permitir esta exploración y extracción Reino Unido haría peligrar su ambiciosa meta de descarbonización (78% para 2035 comparada con los niveles de 1990). Tanto más cuando hasta el Jefe de Economía de Equinor admitió que la compañía NO decide sus inversiones teniendo en cuenta el escenario global de aumento de temperatura de no más de 1.5 grados.  

Así de bueno es Equinor para operar sin hacerse notar. Así las cosas, y conociendo los antecedentes e intenciones de esta empresa, te contamos cuáles son los 5 proyectos más destructivos en los que está trabajando ahora mismo en distintas partes del mundo.

Mar Argentino, Argentina

Foto:  Lucía Alejandra Prieto / Greenpeace

En conjunto con YPF, la empresa noruega busca expandir la frontera de los nuevos fósiles en el Mar Argentino, lugar donde viven y se alimentan cientos de especies, entre ellas ballenas, delfines y pingüinos.  

La exploración sísmica inicial fue frenada en varias ocasiones gracias a la movilización popular que busca salvaguardar al mar, la biodiversidad, el clima y a las generaciones futuras del impacto de esta actividad destructiva.

Sin embargo, la Justicia dió un paso atrás tras la sentencia de la Cámara de Apelaciones Federal el 25 de enero pasado cuando habilitaron los proyectos de exploración sísmica de la empresa Equinor.

Bay du Nord, Canadá

Equinor planea desarrollar una explotación petrolera offshore en medio de un ecosistema marino muy sensible, ubicado entre la costa de Newfoundland y Labrador. En este paraíso cualquier derrame de crudo puede tardar 36 días en contenerse. ¿Te imaginás la catástrofe que eso significaría para la vida marina?

Foto: Equiterre

Claro que eso poco les importa a los empresarios que solo piensan en los entre 300 millones y 1 billón de barriles de petróleo que produciría Bay du Nord. De las 400 millones de toneladas de carbono que emitiría esa actividad (el equivalente a  7-10 millones de coches por año) de eso sí que no dicen nada. 

Wisting, Noruega

Ubicado en el Mar de Barents, Equinor propone tener el yacimiento en el extremo más al norte del planeta. El costo de su ambición se traduce en 200 millones de toneladas de carbono, potenciales daños irreparables al hielo polar en caso de un derrame y riesgos de todo tipo para los trabajadores. 

Foto: Marthe Haarstad / Greenpeace

Sin embargo, solo parece importar las ganancias y el hecho de que la infraestructura que instalarían en las áreas fronterizas allanarían el camino para más exploraciones de gas y petróleo en el Ártico

Una vez más, desde las bases nace la resistencia. Así partidos jóvenes, organizaciones ambientales, gremios y demás grupos se han opuesto a su avance y han forzado a que Equinor deba reveer sus planes recién en 2026.

Yacimiento Rosebank, Reino Unido

Algo ya te contamos al principio de esta nota. Añadimos algunos datos más: este proyecto se propone como una solución a la crisis de los precios de la energía pero lo cierto es que la mayoría de lo producido en Rosebank sería exportado – al mismo tiempo que se le daría a los dueños del yacimiento, incluído Equinor, una exención impositiva de £500 million-. 

Foto: Eliah Willis

Por si hace falta volver a aclararlo intervenciones como éstas ponen en peligro la vida marina que está bajo protección. En este caso puntual, alterando el Canal Feroe-Shetland (un tramo del Atlántico Norte que se encuentra entre los dos grupos de islas de Shetland y las Islas Feroe) donde viven esponjas y almejas de 400 años de antigüedad. 

El avance de Equinor fue pospuesto por cuestiones de nuevos requerimientos y puede que la empresa deba reevaluar amenazas potenciales para el ecosistema marino. El asunto aún no está cerrado.

Yacimiento ‍Bacalhau, Brasil

El rey del greenwashing tiene una presencia significativa en este país, y el desarrollo más grande es el de Bacalhau, bien adentro de la costa de San Pablo. 

Si se quemara todo el combustible que produce esta cuenca (2 billones de barriles) sería equivalente a la mitad de las emisiones anuales que genera el gigante de América del Sur (800 millones de toneladas de CO2). 

Además, un agravante de este yacimiento es que no se utiliza el gas producido lo que incrementa los riesgos de que se filtre a la atmósfera generando más emisiones que calientan al planeta.

Frenemos a Equinor 

La resistencia frente a este gigante está creciendo alrededor del mundo. La ciudadanía está cada vez más consciente de que no hay espacio para sus proyectos destructores si es que queremos tener un planeta vivible

Foto: Jessica Kleczka

Hacer oír nuestras voces, mantener vivas nuestras organizaciones y la presión pública pueden torcer la voluntad de los más grandes. Así como se logró en 2020 cuando Equinor tuvo que abandonar la Gran Bahía Australiana donde pretendía perforar y extraer petróleo.  

Hemos desafiado a Equinor antes y podemos hacerlo otra vez.