Activistas de Greenpeace repartieron paquetes con papel higiénico marca “Coqui” y el eslogan “Se c… en la Ley de Bosques” frente a la Casa de la Provincia de Chaco, para reclamar contra la propuesta del gobernador Jorge Capitanich, que pretende habilitar el desmonte de 1 millón de hectáreas.
Antes de comenzar, un activista con una careta gigante con la cara del gobernador, ingresó en las dependencias de la casa provincial para entregar a los empleados, el papel higiénico con el mensaje.
“Las altas temperaturas, la sequía, las inundaciones; todos los impactos del cambio climático podrían mitigarse con la protección de los bosques. Es necesario cumplir ahora el compromiso que asumió Argentina de deforestación cero para 2030”, declaró Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace.
“Capitanich propone lo contrario; avanzar con la destrucción de 1 millón de hectáreas de monte chaqueño y hacer un “blanqueo” de los desmontes que se hicieron ilegalmente hasta ahora. Todo esto sin participación ni consenso social. No lo podemos permitir”.
A pesar de la Ley Nacional de Bosques Nativos, en la provincia de Chaco ya se deforestaron 470.000 hectáreas desde fines de 2007, la mitad en forma ilegal o con permisos irregulares otorgados por el gobierno provincial. Desde noviembre de 2020, cuando la Justicia suspendió los desmontes, 43 mil hectáreas fueron destruidas.
En el último tramo de sesiones legislativas del año y en medio del Mundial de fútbol, Chaco pretende aprobar un mapa de ordenamiento territorial que habilita la deforestación de 1 millón de hectáreas.
Esto despertó la alarma de organizaciones sociales, comunidades locales y de más mil científicos que enviaron una carta (1) al mandatario manifestando su preocupación y advirtiendo que “la evidencia científica demuestra el rol clave de los bosques nativos para el mantenimiento de la biodiversidad y los servicios ambientales que sostienen la integridad social y ambiental de la región. La pérdida de bosque nativo en la región del Chaco Seco tiene múltiples consecuencias negativas para la sociedad, el ambiente, el clima y la economía”.
“El nuevo mapa no respeta los territorios de los pueblos originarios, dado que el relevamiento territorial está inconcluso y no se garantizó su participación. Esto viola la Ley Nacional de Bosques, la Constitución Nacional y los tratados internacionales firmados por Argentina en materia de derecho indígena.”, sumó Cruz.
“El ordenamiento debe realizarse con el objetivo de ponerle fin a los desmontes y promover un verdadero manejo sustentable y la restauración de los bosques nativos, destruir bosques es un crimen y no podemos perder ni una hectárea más.”
Notas: