Antecedentes en Noruega y Brasil
La organización ambientalista Greenpeace presentó un nuevo informe que compila los incidentes de la empresa Equinor, en su país de origen, Noruega y en Brasil, dónde opera desde hace una década.
Los casos documentados en Noruega de los últimos 6 años que involucran a la empresa Equinor, anteriormente conocida como Statoil, ascienden a 73. Entre los años 2016 y 2021, la empresa noruega registró en sus plataformas offshore en Noruega 25 accidentes. Si se consideran también sus instalaciones en tierra, el número de accidentes asciende a 37. Estos son sólo los que han sido denunciados y registrados.
El resto de los incidentes que hacen el total de 73 eventos corresponden a “no conformidades”, irregularidades, fallas y falta de mantenimiento de instalaciones que podrían causar futuros accidentes, detectadas en las auditorías que realiza la Autoridad de Seguridad Petrolera Noruega es la entidad gubernamental de supervisión, Petroleumstilsynet (PTIL por sus siglas en noruego). Entre ellas se han detectado situaciones similares a las que provocaron el incidente de Deepwater Horizon.
En el caso de Brasil, dónde Equinor opera desde hace un década, el “Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables” (IBAMA) documentó 17 incidentes consignados a la empresa entre diciembre de 2014 y mayo de 2021, Estos corresponden a eventos de derrame, escape o fugas de hidrocarburos o sustancias con presencia de los mismos. En el mismo registro de IBAMA, figuran un total de mil seiscientos cincuenta y seis accidentes ambientales provocados por la operación offshore en el país.
A su vez, la organización analizó la estrategia de transición energética propuesta por la empresa en su reporte de sustentabilidad de 2020. Su camino hacia la carbono neutralidad 2050 no contempla la reducción de su producción de petróleo y gas para 2030, fecha en la que, según los escenarios del IPCC, deberán reducirse sustancialmente las emisiones de los combustibles fósiles. En su lugar, prevé un crecimiento medio anual de la producción de petróleo y gas de alrededor del 3% entre 2019 y 2026. A su vez, aplaza “un esperado descenso gradual de la demanda mundial de petróleo y gas” hasta después de 2030, demasiado tarde para lo que la emergencia climática requiere.
“Equinor está avanzando con proyectos de exploración y explotación en la cuenca Argentina Norte, en bloques offshore frente a las costas de la provincia de Buenos Aires, los cuales se solapan con zonas fundamentales para los ecosistemas del Mar Argentino. Es, también, una zona propuesta como futura área marina protegida”, sostuvo Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.
Greenpeace Argentina, junto con un grupo de organizaciones ambientales y sociales locales, presentó una medida cautelar y una demanda ambiental contra el Estado argentino en el Tribunal Federal de Mar del Plata, argumentando que la aprobación del proyecto en el Mar Argentino es inconstitucional y debe ser anulada.
El tribunal concedió la cautelar y suspendió la actividad, pero la empresa ha apelado esta decisión judicial, reafirmando sus intenciones de seguir adelante con nuevos proyectos de explotación de combustibles fósiles, a pesar de los vulnerables y fundamentales ecosistemas y en contra de sus supuestas intenciones de alcanzar las emisiones netas cero para 2050.