El oso hormiguero, la corzuela y la tortuga terrestre, amenazados por los desmontes en Santiago del Estero
Santiago del Estero, 12 de septiembre de 2024.- Greenpeace detectó mediante imágenes satelitales que la familia Canido, dueña de las gaseosas Manaos, continúa con el desmonte de dos fincas en Santiago del Estero, donde ya avanzaron sobre 12.190 hectáreas de bosques nativos. Convocan a la ciudadanía a reclamar a la empresa que detenga las topadoras.
“Los dueños de Manaos siguen arrasando bosques con total impunidad. Hay una evidente complicidad para avanzar con este ecocidio, ya que cuentan con permisos irregulares del gobierno de Santiago del Estero para desmontar zonas donde la Ley Nacional de Bosques no lo permite”, señaló Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.
La familia Canido posee varias fincas en la provincia de Santiago del Estero, donde desde hace una década viene deforestando para producción agropecuaria y manteniendo conflictos con familias campesinas e indígenas. Greenpeace ya los denunció en el año 2016. (1)
La organización ecologista detectó, mediante la comparación de imágenes satelitales, que entre agosto de 2022 y septiembre de 2024, desmontaron 11.900 hectáreas en su estancia “Algarrobal Viejo”, ubicada a 45 kilómetros de Nueva Esperanza y 290 hectáreas en otra finca localizada a 10 kilómetros de Quimilí. Greenpeace protestó recientemente en ambas propiedades.
“Los desmontes de la familia Canido amenazan la rica biodiversidad de la región; especies como el oso hormiguero, la corzuela, el pecarí, el loro hablador, y la tortuga terrestre se ven amenazadas. Además, se trata de la zona de pastoreo y uso del monte de comunidades campesinas. Convocamos a la gente a reclamar que paren de deforestar”, afirmó Cruz.
Manaos bloqueó la posibilidad de realizar comentarios en sus posteos al recibir reclamos de la ciudadanía. En la página excesodedesmontes.org se puede firmar la petición a la empresa para que frene el desmonte.
Santiago del Estero es la provincia con más deforestación del país de las últimas décadas. Según datos oficiales, desde 1998 en la provincia se desmontaron más de 2 millones de hectáreas de bosques nativos. (2)
“Frente a la grave crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos, resulta clave proteger nuestros últimos bosques. Destruirlos debe convertirse en un delito penal”, finalizó Cruz.
La familia Canido posee varias fincas en la provincia de Santiago del Estero, donde desde hace una década viene deforestando.
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