Incendio forestal en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Arroyo Cretón, Brazo Tristeza © Alejandra Bartoliche / Greenpeace

Ante las recientes resoluciones 61/25 y 62/25 de la Administración de Parques Nacionales, queremos advertir que si bien el turismo en áreas protegidas es una actividad permitida, no es la principal razón por la que se crearon los Parques Nacionales, sino la conservación de la biodiversidad, de diferentes ecosistemas y de especies valiosas.


En ese sentido, las actividades turísticas en los Parques y Reservas Nacionales deben estar reguladas y controladas para garantizar su compatibilidad con la protección de los mismos.


La disminución de guías dentro de las áreas protegidas puede poner en riesgo la biodiversidad en tanto que éstos cumplen la función de informar y controlar a los turistas sobre las actividades restringidas al disfrutar su experiencia turística para garantizar su cuidado. Ante la ausencia de guías, podrían aumentar los impactos en la flora y fauna e incluso los incendios forestales.


El aumento descontrolado de la actividad turística dentro de las áreas protegidas, junto a la disminución o flexibilización laboral del personal calificado, como guías, brigadistas o guardaparques, atenta contra su conservación.