¿Te has cansado de las largas filas en supermercados y centros comerciales? ¿Te encuentras tratando de entender ingredientes complicados y desconocidos en tus alimentos o en los materiales de fabricación de tu ropa? ¿Sueñas con saber dónde se fabricaron los productos que usas y por quién? Tenemos buenas noticias para ti: comprar de manera local resuelve todos estos problemas y ayuda a salvar el planeta.
Comprar localmente es clave para redefinir el consumo y transformarlo en una práctica mejor y más segura. Llegó el momento de promover alternativas locales, ecológicas, sustentables y resilientes que puedan conectarnos con nuestros vecinos y con nuestra ciudad de una manera nueva y significativa.
Estos son 5 beneficios de comprar local:
- Menos kilómetros e intermediarios
Cuando le compras a agricultores o artesanos ecológicos y locales, sabes con seguridad que estás obteniendo productos directamente de las manos de quienes los cultivaron o fabricaron y que ese producto solo viajó unos pocos kilómetros. En este sistema, los productores ganan lo que merecen por su trabajo sin intermediarios, lo que además ayuda a reducir las emisiones de CO2: menos viajes en medios de transporte contaminantes significa menos emisiones contaminantes.
- Menos empaques innecesarios
Los comercios locales muestran menor resistencia para abandonar los plásticos de un solo uso que los supermercados. Muchos ofrecen productos a granel, empaques reutilizables o bolsas de papel reciclado o reutilizable. Y no olvides llevar tu propia bolsa de tela para los locales en los que no haya empaques ecológicos.
- Ayudas a las economías y a los productores locales
La pandemia del COVID-19 afectó la economía global y particularmente a los pequeños negocios locales. Ahora importa más que nunca a quienes les compramos. Nuestra forma de consumir decidirá qué mundo vamos a liderar. Debemos reconocer que la reconstrucción económica también está en nuestras manos. Podemos reactivar las tiendas y productores de nuestros vecindarios eligiendo comprar ecológico y local y diciéndole NO a las grandes marcas, supermercados y centros comerciales. Ahora es cuando la comunidad es realmente importante.
- Llegas a conocer a las personas que fabrican los productos
Las cadenas cortas de alimentos y productos también promueven las relaciones entre productores y consumidores, basadas en información precisa y lazos de confianza. ¿Qué es mejor que conocer personalmente a la persona que cosechó los vegetales que vas a utilizar en la cena o a la persona que confeccionó el vestido que vas a usar en una ocasión especial?
- Compras productos más frescos, más sanos y más justos.
La ecuación es simple: mientras más local es un alimento, más fresco va a ser cuando llegue a tu cocina. Con respecto a otros productos como vestimenta y decoración, por ejemplo, cuando compras local sabes con seguridad que es una transacción justa: el productor está obteniendo lo que merece, directamente de las manos del cliente.
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Antes de comprar, recuerda que la alegría de comprar algo hecho a mano, con esfuerzo y dedicación, sabiendo que ayudas a productores locales, no se compara con comprar una manzana cosechada al otro lado del mundo o una remera hecha en un sistema de producción a gran escala.
Reinventar el consumo en las ciudades es posible. Mira alrededor de tu ciudad. Compra ecológico y local, elige productos de segunda mano y cuida tus objetos para darles una vida más larga. Apoya las tiendas de tu vecindario y ten en mente los kilómetros que tienen que hacer los productos antes de llegar a tu casa. No olvides usar tu voz y hacer que las autoridades se responsabilicen para asegurarnos de que cumplan con su parte.
Salvar el planeta es la mejor oferta, y tú puedes hacerlo eligiendo comprar de manera local.