El transporte en las ciudades es un motor sin freno del cambio climático. Además de las emisiones de gases de efecto invernadero provoca otros problemas como la contaminación del aire, el ruido o los accidentes. Por eso, cada vez es más necesario avanzar hacia una movilidad sostenible.

Hoy compartimos contigo 8 propuestas sustentables para poner en práctica cuando te traslades por tu ciudad.

#1

Mueve las piernas siempre que puedas

Con unas emisiones de carbono equivalentes al desgaste de las suelas de tus zapatos, caminar no tiene rival medioambiental. Andar media hora al día es además una de las formas más sencillas y baratas de cuidarte.

Si te fijas, una gran parte de nuestros desplazamientos diarios entran dentro de los 3 kilómetros que podemos cubrir caminando ese tiempo.

#2

Desplázate en bicicleta

Ocupa muy poco espacio y no consume nada. Es silenciosa, limpia, te permite estar en forma y conocer mejor el lugar donde vives.

Aprovecha cualquier oportunidad para usar la bici en tus desplazamientos cotidianos, y en distancias de hasta 5 kilómetros es el medio de transporte más rápido en la ciudad.

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#3

Utiliza el transporte público

Moverse en medios de transporte público, como trenes o autobuses, es la mejor manera de reducir las emisiones que generamos por desplazarnos y el espacio que consumimos.
Un autobús lleva en promedio 50 personas frente a la ocupación real de los automóviles, que es de 1,2 personas. Esto significa que un autobús lleva a las mismas personas que 41 carros, pero en 16 veces menos espacio.

A partir de aquí todo son ventajas: menor cambio climático al quemar menos combustible, más calidad de vida en las ciudades al ganar espacio y disminuir el ruido del tráfico rodado, menos gasto público en sanidad al reducirse los accidentes y las enfermedades respiratorias, mayores beneficios económicos por disminuir los atascos y las importaciones de petróleo… La lista es interminable.

#4

Reduce el tamaño y potencia de tu carro

Ten en cuenta que en este caso “el hábito sí hace al monje”, y los carros más grandes y potentes consumen un 50% más que los más pequeños: ellos mismos condicionan la manera de conducir hacia los patrones para los que han sido diseñados. Así que si te compras un carro la cuestión más importante que te plantees debe ser: “¿Cuánta energía consume?”

Los más eficientes son los eléctricos, pero si el uso que le vas a dar no es compatible con su régimen de recarga, la mejor alternativa es el híbrido enchufable. Todos los carros de cualquier categoría tienen una etiqueta A-F que indica su eficiencia energética y que puede ayudarte. Y cómpralo a gasolina, no diésel, por los graves problemas de contaminación que provoca en nuestras ciudades.

#5

Comparte tu carro con otras personas

No hay mejor manera de reducir las emisiones causadas por desplazarte en automóvil: a más ocupantes, menos emisiones por cabeza. Puedes buscar otras personas preguntando en tu trabajo, a tus vecinos y amigos.

#6

Alquila un carro por horas

Nunca nos solemos plantear el tremendo gasto que implica tener un carro en propiedad que pasa más del 90% parado y sin utilizarse (el tiempo medio que un automóvil permanece aparcado). Así que alquilar el carro solo cuando lo necesitemos es una muy buena manera de ahorrarnos papeleo, dinero y preocupaciones.

#7

En viajes interurbanos utiliza el tren siempre que puedas

Es el medio que, con diferencia, menos contamina y genera menor impacto ambiental.
A pesar de que el tiempo de trayecto sea superior al de otros medios de transporte, puedes aprovecharlo y terminar un libro, concluir algún trabajo pendiente o simplemente disfrutar del paisaje.

#8

Vuela solo cuando realmente lo necesites

El avión es el medio más contaminante, sobre todo en distancias inferiores a los 1000 kilómetros en las que su uso no está justificado por las elevadas emisiones que genera.
Para estos trayectos la mejor alternativa es siempre el tren, y en particular el servicio de “coche cama” para los viajes más largos.

Y aunque a muchas personas nos encanta viajar debemos pensar siempre si las emisiones que vamos a generar compensan nuestra estancia en el lugar de destino. No hay nada más insostenible que tomarse un avión para una estadía de pocos días, como se ha puesto de moda con el abaratamiento de los pasajes de avión y el auge de las compañías low cost.
Por lo general, cuanto menos viajemos en avión mejor.

Ahora ya puedes moverte por tu ciudad cuidando el medio ambiente. Cada acción cuenta para mejorar el lugar donde vivimos.