Las tortugas marinas son animales increíbles que habitan nuestro planeta desde los tiempos de los dinosaurios. Es decir, son tan fuertes que sobrevivieron a la extinción masiva que aconteció en el período Cretácico-Paleógeno y que borró de la faz terrestre a tres cuartas partes de las especies de plantas y animales de la Tierra.



Hoy, lamentablemente, se enfrentan a nuevas amenazas como la contaminación plástica y el cambio climático, que las ponen al punto de la desaparición, una vez más.
En nuestro país tenemos la fortuna, y la responsabilidad, de albergar a 5 de las 7 especies que existen en el mundo, todas ellas enlistadas en una categoría de riesgo. Por eso, éste 16 de junio -y como cada año- nos sumamos al Día Internacional de las Tortugas Marinas para crear conciencia sobre la importancia de su preservación.


¿Sabías esto sobre las tortugas marinas?
⮕ Sus ancestros son las tortugas de agua dulce y para poder adaptarse al mar, tuvieron que desarrollar aletas con una forma similar a los remos, que son más eficientes para moverse en este medio.
⮕ Pasan la mayor parte del tiempo en el agua (90% de su vida), donde consiguen alimento, se reproducen y migran. Cumplen un rol esencial porque ayudan a mantener la salud de los lechos de pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a otras especies, explican desde la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés)
⮕ Sus rutas de migración, que conectan el área de forraje hasta la playa de anidación, pueden abarcar miles de kilómetros. Quienes las realizan son las hembras, que son las que tienen que volver a tierra para desovar. En cambio, los machos una vez que entran al mar, nunca más vuelven a tierra.
⮕ La ruta migratoria del Pacífico Colombiano es vital para la vida marina – tortugas marinas, tiburones y ballenas – que van y vienen entre las islas, buscando un lugar para anidar o en busca de alimento.
Basura plástica y cambio climático, los dos peligros que acechan a las tortugas marinas
El primer problema que pone en jaque la vida de las tortugas marinas es la contaminación plástica en los océanos, algo que es realmente grave. Se ha comprobado la presencia de microplásticos tanto en el océano Pacífico como en el Caribe en cantidades preocupantes: hasta 8.000 microplásticos por metro cuadrado de playa.

Como consecuencia, 1 de cada 3 tortugas mueren a causa de ingerir plástico (a menudo confunden las bolsas de plástico flotantes con medusas), lo que resulta en inanición a medida que sus estómagos se llenan de basura indigerible.
La basura plástica, en particular la que deriva de productos desechables de un solo uso, llega a los mares desde las ciudades, en un triste viaje que comienza con el mal descarte y continúa por el sistema de alcantarillado y de allí, impulsada por las tormentas, el viento o la lluvia, a los cursos de agua sin importar qué tan lejos nos encontremos de la costa.

No olvidemos que el plástico se desintegra en pequeñas partículas (microplásticos) pero nunca desaparece por completo del ambiente, por eso causa irreparables daños a la fauna marina y a los ambientes en general.
Mientras el uso y consumo de plásticos de un solo uso aumenta anualmente, la capacidad de los sistemas de reciclaje no aumenta a la misma velocidad. Por este motivo, la implementación de la Ley de Plásticos de un solo uso (número 2232), es crucial para disminuir esta carga ambiental. Aprobada en 2022, para julio de 2024 estableció la prohibición de la fabricación, importación, comercialización y uso de productos plásticos de un solo uso, entre ellos bolsas plásticas para embalar en puntos de pago, pitillos (pajillas) plásticos, mezcladores de bebidas plásticas, etc. Esta ley progresiva busca eliminar los plásticos de un solo uso a 2030 a nivel nacional.
El segundo gran problema es el cambio climático, que afecta severamente la supervivencia de las tortugas marinas al alterar las temporadas migratorias y también la composición de sus poblaciones.

Está constatado que la determinación del sexo de estos bellos anfibios depende de la temperatura de la arena, explican desde la WWF. Entonces, cuando la arena está más fría, nacen mayor cantidad de machos, mientras que si está más caliente, nacen más hembras. Es por esto que un cambio en las temperaturas globales altera la temperatura de la arena, lo cual afecta el sexo de las crías e incrementa el riesgo de una inestabilidad en la composición de las poblaciones.
Al mismo tiempo, el aumento del nivel del mar hace que se pierdan playas donde la especie suele anidar. Las tormentas e inundaciones cada vez más frecuentes pueden arrasar los nidos y los pastos se degradan o cambian en abundancia y distribución.

Por todo esto, hoy en su Día Internacional y cada día del año desde Greenpeace seguimos trabajando para conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos fuerte y jurídicamente vinculante en las Naciones Unidas que impida que las grandes marcas y las grandes petroleras produzcan cada vez más plástico. A la par que exigimos la creación de santuarios marinos a través del Tratado Global de los Océanos, un marco que podría allanar el camino para una vasta red de santuarios oceánicos que abarcan todo el mundo, fuera del alcance de la actividad humana destructiva, proporcionando a nuestros océanos el espacio que necesitan para recuperarse y prosperar. Y dando a estas tortugas la oportunidad de vivir millones de años más.

El ciclo de vida completo del plástico está envenenando nuestra salud.
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