Bogotá- 18 de diciembre de 2025- En un contexto global marcado por la profundización de la crisis climática y de biodiversidad, Greenpeace enumera una serie de avances clave registrados durante 2025 que demuestran que la acción colectiva, la movilización ciudadana y la presión social siguen siendo herramientas clave para proteger el planeta.
Un hito para los océanos

En 2025 entró en vigor el Tratado Global de los Océanos, un acuerdo histórico que busca proteger al menos el 30% de las aguas internacionales mediante la creación de áreas marinas protegidas. Este avance resulta fundamental si se tiene en cuenta que, hasta hoy, apenas el 1% de los océanos fuera de las jurisdicciones nacionales cuenta con algún tipo de protección efectiva. La ratificación del tratado, luego de años de lucha y campañas desde Greenpeace y diferentes organizaciones de la sociedad civil representa un paso decisivo para frenar la sobreexplotación, la contaminación y la pérdida de biodiversidad marina.
La justicia Internacional reconoce el derecho a un clima sano como un derecho humano

Durante este año se produjeron dos pronunciamientos sin precedentes por parte de la Corte Internacional de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ambas instancias dejaron en claro que el derecho a un clima sano es un derecho humano y que requisito para el derecho a un ambiente sano. Además, establecieron lineamientos concretos sobre la responsabilidad de los Estados de adoptar medidas legales y políticas urgentes frente a la crisis climática, con especial énfasis en la protección de las comunidades y personas más vulnerables, quienes hoy enfrentan los impactos directos de la crisis climática.
La Amazonía vuelve al centro del debate global

La Amazonía fue protagonista en 2025 con la realización de la primera COP climática celebrada en la mayor selva tropical del planeta. El encuentro contó con la participación de más de 2.500 representantes de pueblos indígenas y marcó el regreso de la movilización ciudadana, con más de 50.000 personas marchando en Belém para exigir justicia climática y social. Este hecho resultó clave luego de dos COP consecutivas sin apertura real al espacio cívico.

Desde Greenpeace Colombia, este impulso se tradujo en una movilización histórica: más de 20.000 personas exigieron respeto y protección para la Amazonía colombiana, mientras que a nivel global se movilizaron más de 500.000 personas a la campaña, un proceso que comenzó con la llegada del histórico Rainbow Warrior de Greenpeace a Cartagena, Colombia para el lanzamiento de Respeta la Amazonía. Esta presión ciudadana tuvo impacto directo en la COP30, donde 90 países respaldaron la necesidad de crear una hoja de ruta concreta para detener la deforestación hacia 2030.

En 2026 la naturaleza y la protección de los bosques estarán en el centro del debate ambiental global.
Señales de esperanza para la biodiversidad en Colombia

En medio de este escenario, 2025 también trajo una noticia esperanzadora para Colombia: el nacimiento de tres cóndores andinos como resultado de iniciativas de conservación. El cóndor, ave nacional y símbolo cultural del país, continúa en peligro de extinción, por lo que este logro representa un paso significativo para su recuperación y para la protección de la biodiversidad. Adicionalmente, organizaciones científicas se encuentran desarrollando estudios sobre el patrón de migraciones internas del Cóndor Andino para determinar ecosistemas claves para su supervivencia. Estos hallazgos son esenciales para contribuir a la toma de decisiones de política pública basadas en ciencia, con el fin de proteger los entornos que habitan y facilitar la recuperación de esta especie.


