La contaminación por plásticos es una de las crisis ambientales más urgentes de nuestro tiempo. En especial, la producción masiva y el consumo excesivo de plásticos de un solo uso —como botellas, bolsas, envases, popotes y utensilios desechables— generó un impacto devastador en nuestros océanos, suelos y biodiversidad. Ante este escenario, en 2011, la ecologista australiana Rebecca Prince-Ruiz decidió crear la campaña Julio sin plástico, te contamos qué es y cómo puedes sumarte.

Todo comenzó con una decisión personal. Tras visitar una planta de reciclaje y ver montañas de basura acumulada, Rebecca Prince-Ruiz entendió que reciclar no era suficiente: el verdadero problema era la producción y el consumo desmedido de plásticos.
A partir de esa experiencia, decidió pasar un mes sin utilizar plásticos de un solo uso y compartir el reto con su entorno. Lo que empezó con apenas 40 personas se convirtió en una iniciativa global: Julio sin Plástico, un movimiento que hoy moviliza a más de 100 millones de personas en casi 190 países.
¿Qué es julio sin plástico?
Más allá del reto personal, Julio sin plástico representa una oportunidad para transformar la forma en que consumimos, para cuestionar el exceso de empaques y objetos que duran minutos en nuestras manos, pero siglos en el ambiente.

Julio sin Plástico nos recuerda que el problema está en el modelo de producción y consumo en masa así como en la cultura del usar y desechar que han convertido a los plásticos de un solo uso en un residuo omnipresente. La participación individual es clave pero también es urgente que las empresas dejen de saturar el mercado con envases innecesarios y productos diseñados para durar minutos.
Desde llevar tu propia taza o recipiente al comprar alimentos, hasta hacer tus propios productos de limpieza o cambiar el jabón líquido por barra, la campaña Julio sin Plástico promueve hábitos sencillos, pero transformadores. No se trata de desechar lo que ya tienes para comprar nuevos kits eco-friendly, sino de usar lo que tienes con inteligencia y responsabilidad.
Además de promover cambios individuales, la campaña Julio sin Plástico busca generar presión colectiva para que empresas y gobiernos asuman su responsabilidad y se comprometan con soluciones reales. Es un movimiento cino que exige cambios estructurales: menos producción de plásticos, más regulación, y la firma de tratados globales que limiten los residuos.

Los participantes pueden inscribirse a Julio sin plástico y seguir el proceso a través del sitio web o las redes sociales, recibiendo consignas semanales para guiar su desplastificación. El objetivo principal es alcanzar a más de 4,500 personas, invitándolos a ser protagonistas del cambio y no solo espectadores. Te contamos por qué debes sumarte.
¿Qué hacer para dejar de usar plásticos ?
Reducir el uso de plásticos de un solo uso es fundamental para proteger nuestro planeta. Estos productos, diseñados para usarse solo unos minutos, pueden tardar siglos en degradarse, contaminando océanos, suelos y afectando la salud de miles de especies, incluida la de los seres humanos.
Tomar medidas adecuadas no solo ayuda a frenar la crisis ambiental, sino que promueve un estilo de vida más consciente, sostenible y respetuoso con los ecosistemas que hacen posible la vida en la Tierra. Cada cambio, por pequeño que parezca, es crucial, estas son algunas acciones con las que te puedes sumar a Julio sin plástico:
- Si compras alimentos o bebidas preparadas, lleva tus propias bolsas, vasos y recipientes reutilizables.
- Haz tus propios productos de limpieza con vinagre y bicarbonato, o compra a granel.
- Haz tus propios jugos y yogurt (y almacenalos en frascos de vidrio).
- Usa escobas de palma o fibras naturales en lugar de escobas plásticas.
- Evita el pan empacado: compra en panaderías locales con tu bolsa de tela.
- Compra un bolígrafo recargable.
- Evita globos y cintas plásticas en celebraciones.

Este julio, te invitamos a dar un paso por el planeta y sumarte a Julio sin Plástico. Cada acción cuenta: desde rechazar una bolsa, hasta preparar tus propios insumos. Al reducir los plásticos de un solo uso, estás protegiendo los océanos, la biodiversidad y el futuro de las próximas generaciones. ¡Únete!

Exige un tratado global que detenga la contaminación desde su origen.
Súmate al cambio