La historia continúa desde el barco Esperanza, gracias por seguir las líneas de esta mexicana del otro lado del mundo.

Como ya les había contado, la primera semana de trabajo dentro del barco fue para conocer al equipo, conformado tanto por personas de otras oficinas de Greenpeace, como por la tripulación. Aquí no importa de dónde eres, somos un mismo equipo, con distintas habilidades y diferentes contextos, pero con el mismo objetivo: proteger los océanos.

Colaborar en esta primera etapa de la campaña Protect the Oceans para hacer posible la  investigación y documentación de los cambios que está sufriendo el Ártico a causa del cambio climático y las consecuencias que este puede tener en todo el ecosistema fue increíble. Entender cuál será el impacto a nuestros océanos y a la vida marina, no solo en esta zona remota del polo norte, sino en todo el planeta, es algo que me animará a seguir actuando mucho tiempo más. He ahí el por qué hacer el llamado a que el 30% de todos los océanos del mundo se protejan y se conviertan en Santuarios Marinos, protegidos de toda amenaza exterior.

Mientras he estado aquí, ambos barcos han realizado trabajos de documentación e investigación con científicos independientes de Carolina del Norte, los cuales desean conocer las consecuencias que tiene el deshielo en la zona y en toda la fauna que vive ahí. Hubo medios internacionales como  National Geographic, CNN, Vice y The Guardian, quienes estarán contando desde su punto de vista, la historia de este viaje que esperemos le dé la vuelta al mundo para hacer conciencia sobre nuestro impacto en el planeta.

¿Por qué es importante el trabajo científico? Porque es gracias a estas investigaciones que el mundo puede conocer qué está pasando, cuál es la cadena de acciones que se han hecho y por qué es importante empezar a cambiar El trabajo científico ha sido siempre parte de Greenpeace y es para mi un honor ser parte de esto en la misión por proteger nuestros océanos.

Entre una de las muchas actividades que hicimos y que puedo contarles, recuerdo el primer día en que bajamos los botes y fuimos a hacer reconocimiento del sitio para marcar algunos bloques de hielo, esto para que científicos pudieran monitorear su trayecto hacia el sur. Muchos vemos videos de glaciares rompiéndose, ¿pero alguna vez nos preguntamos cuál es la implicación de que esto ocurra? ¿A dónde van esos pedazos de hielo y por qué? Este grupo de científicos busca esas respuestas, poniendo los hechos sobre la mesa para que los tomadores de decisión tomen acción. El cambio climático es real y afecta cada rincón del planeta.

El trabajo sigue de este lado del mundo y es El Esperanza quien seguirá el viaje de Polo a Polo, desde el Ártico hasta la Antártida, para seguir siendo el amplificador que necesitamos, y aunque el Arctic Sunrise fue vital para esta expedición, por ahora continuará su camino para seguir luchando en otras campañas y lograr el futuro verde que tanto deseamos. Más adelante se unirá de nuevo a los compañeros que deja en esta misión para juntos seguir haciendo historia.

¿Sabías que es increíblemente raro que dos barcos de Greenpeace trabajen al mismo tiempo en el mismo punto? El por qué de esto te lo contaré en el siguiente blog. ¡Sigamos actuando juntos!