¿Cuál es el principal objetivo del transporte público en cualquier ciudad del mundo? Mejorar el bienestar de la población con sistemas cada día más inteligentes y eficientes en rapidez, comodidad, costo y seguridad, además de utilizar tecnología que no contamine el aire que respiramos. Por ello, para las autoridades resulta prioritario conocer las condiciones del transporte tomando en cuenta la opinión de los usuarios, concesionarios y dueños de unidades, conductores, especialistas, peatones y habitantes en general. Reunir las diversas opiniones para establecer una propuesta que satisfaga a todos es una tarea que parece imposible. Y, dado el crecimiento urbano desmesurado y caótico, los esfuerzos que diversos sectores (públicos y privados) llevan a cabo para solucionar parte de esta problemática siempre han sido insuficientes.

Sin embargo, la tecnología ha puesto al servicio del transporte, sistemas y aplicaciones en beneficio de una organización adecuada a cada caso en particular. Los ITS (Sistemas de Transporte Inteligente) han sido utilizados en varias partes del mundo. De hecho, la gran mayoría de ellos se desprenden de aplicaciones como GPS, Waze y otras similares, que informan acerca de la mejor ruta a seguir, los obstáculos a los que nos enfrentamos en el camino, la duración del trayecto, etc.

En resumen los ITS son aplicaciones pensadas para ofrecer alternativas innovadoras principalmente aplicadas en gestión de transito y modos de transporte ofreciendo más información a la conducción en tiempo real, cámaras de alta velocidad para monitorización, reconocimiento automático de placas de matrícula entre otros beneficios. Mayor inversión en el desarrollo de estas tecnologías representa en automático un incremento en la calidad en los servicios públicos y privados, y en la seguridad de los usuarios, temas que en nuestro país son de atención urgente.

Entre los retos más necesarios y complejos que tiene el gobierno para el 2020 está el garantizar un transporte público eficiente, rápido, de costos accesibles que a su vez cuente con la tecnología adecuada para reducir la contaminación del aire. Todo ello en conjunto incentivaría el menor uso de nuestros autos de manera particular y se traduciría en mejor calidad del aire y mucho menos congestión vehicular.

El intercambio de políticas y medidas implementadas en otros países es fundamental para retomar las que más se adecuen a las diferentes necesidades de nuestro país. Dicho sea de paso el caso de Luxemburgo, que se ha convertido en el primer país de todo el mundo en el que el transporte público será gratuito a partir del 1 de marzo de 2020. Ningún autobús, tren o tranvía tendrá costo para los ciudadanos del país europeo, siempre y cuando viajen en clase turista. El porcentaje más alto de los usuarios que serán beneficiados son los 200 mil trabajadores y trabajadoras provenientes de Bélgica, Francia y Alemania, que confluyen en Luxemburgo.

En dichos términos se tiene que planear la mejoría de los servicios de transporte público en nuestro país. Es fundamental y urgente empezar al menos con algún tipo de pronunciamiento claro sobre los paso a seguir.

Tomar en cuenta las políticas y prácticas de otros países además del pronunciamiento y peticiones de diversas ONGs que conocen y han trabajado el tema es pieza clave para acelerar un proceso que es urgente, y no ha comenzado.