Cabo Pulmo, en el estado mexicano de Baja California Sur, es una joya de la conservación marina en México y el mundo. Este Parque Nacional alberga uno de los arrecifes de coral más importantes del país y es hogar de una increíble diversidad de especies de peces, moluscos, crustáceos, aves y mamíferos marinos. En sus aguas nadan especies icónicas como el tiburón ballena, las mantarrayas, las ballenas jorobadas, tortugas marinas y tiburones. Cabe destacar que la salud de este ecosistema sostiene los principales modos de vida de las comunidades costeras que dependen de estos recursos naturales.
Las tierras adyacentes a estas aguas albergan hábitats únicos, 392 especies de plantas, 44 de mamíferos, 29 de reptiles y 95 de aves, estando 42 de estas especies bajo alguna categoría de riesgo en la NOM-059, la lista de especies en riesgo de México [1]. Cabo Pulmo es un tesoro de gran belleza natural e importancia ecológica marina y terrestre.
En 1995, Cabo Pulmo fue declarado un Área Natural Protegida bajo la categoría de Parque Marino Nacional (recategorizado en 2020 como Parque Nacional), lo cual fue resultado de la ardua lucha de la comunidad local frente a la sobrepesca y el turismo irresponsable que imperaban en la zona. A partir de esto, las poblaciones de peces se han incrementado en más de 400% y han vuelto al lugar diversas especies migratorias como el tiburón ballena.
Asimismo, Cabo Pulmo fue inscrito como Humedal de Importancia Internacional ante la Convención RAMSAR el 2 de febrero del 2008, que es un tratado internacional que tiene como objetivo conservar los humedales que son de suma importancia a nivel mundial. Además, en 2005 Cabo Pulmo se inscribió en la Lista de Patrimonio Mundial, al ser reconocido su Valor Universal Excepcional como uno de los arrecifes de coral más importantes en el Golfo de California y en el Pacífico Oriental, mientras que en 2022 fue reconocido con su inclusión en la Lista Verde de Áreas Protegidas y Conservadas de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza.
La recuperación de este arrecife es una historia de éxito, en parte debido a las protecciones legales que se aprobaron pero también por la colaboración de las comunidades vecinas, quienes incluso transformaron su modo de vida basado en la pesca para apoyar la protección ambiental del ecosistema único de Cabo Pulmo. Ahora, las personas de esta zona promueven actividades ecoturísticas como buceo para pequeños grupos de visitantes o avistamiento de tiburones y tortugas, para ganarse la vida protegiendo al mismo tiempo la naturaleza.
Lamentablemente, la historia no acaba aquí y a través de los años diversas empresas inmobiliarias y del sector turístico han buscado aprovecharse de las riquezas naturales y la belleza de Cabo Pulmo mediante intentos por construir proyectos inmobiliarios, hoteles, campos de golf y centros comerciales en las zonas aledañas a Cabo Pulmo.
Un ejemplo de esto fue el caso de la empresa Hansa Urbana que desde 2008 trató de desarrollar un nuevo complejo turístico llamado “Cabo Cortés” en una zona limítrofe con Cabo Pulmo. Este proyecto era una amenaza para el arrecife y su vida marina debido a los impactos ambientales que traería consigo: vertimiento de aguas residuales y de aceites de las embarcaciones, destrucción de dunas, alta demanda de agua potable, entre otras.
Las comunidades locales trabajaron junto a organizaciones como Greenpeace para presionar al gobierno estatal y federal con la demanda de cancelar Cabo Cortés. Más de 220 mil ciudadanos y ciudadanas firmaron una petición lanzada por Greenpeace para detener este proyecto destructivo. Finalmente, en 2012, el gobierno del presidente Felipe Calderón escuchó estas demandas y canceló los planes. Ésta fue una gran victoria que refleja la importancia de defender los santuarios oceánicos, los cuales son vitales para proteger nuestros mares y la rica biodiversidad que los habita.
De esta historia de éxito de movilización ciudadana a favor de los océanos ya han pasado varios años, pero las amenazas siguen latentes y Cabo Pulmo se encuentra de nuevo en riesgo. Dos proyectos, La Abundancia y Baja Bay Club, buscan transformar los paisajes naturales aledaños a Cabo Pulmo en cientos de habitaciones de hotel, campos de golf, villas, clubs de playa, planta desaladora, centros comerciales, en terrenos que en conjunto suman cerca de 700 hectáreas.
Ambos proyectos inmobiliarios y del sector turístico fueron aprobados por la representación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en Baja California Sur en los últimos días de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Mientras que el gobierno de Baja California Sur ha ignorado las advertencias de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) al declarar los proyectos “ambientalmente factibles”, a pesar de que la Comisión señaló a la SEMARNAT sobre su incompatibilidad con la conservación del Parque Nacional Cabo Pulmo.
Baja Bay Club es especialmente preocupante dado que se pretende desarrollar en terrenos que alguna vez formaron parte del proyecto Cabo Cortés antes mencionado. Este megaproyecto contempla la construcción de 422 villas, 275 habitaciones de hotel, un club de playa, infraestructura para embarcaciones y un campo de golf en una extensión de 600 hectáreas. Cabe destacar que, incluso antes de su autorización oficial, el sitio web de Baja Bay Club ya ofrecía propiedades en venta. Grupo Desarrolla, en conjunto con la empresa DMB Development, y firmas como Hart Howerton y Swaback Architects & Planners, encabezan este proyecto, junto con el diseñador de campos de golf David McLay Kidd y el arquitecto paisajista Michael McKay. No obstante, el apoderado legal del proyecto, Joaquín Armando Sánchez Tapia, ha sido señalado por presunto fraude inmobiliario en Baja California Sur.
Por su parte, el proyecto “La Abundancia” promovido por Gre El Rincón S de RL de CV, invade 500 metros cuadrados de la zona costera del Parque Nacional Cabo Pulmo, incluye un hotel, viviendas residenciales, un club de playa, vialidades, servicios y un área comercial, en una superficie de 68.6 hectáreas.
¿Qué está en juego?
Si estos proyectos avanzan, las consecuencias serían devastadoras para los ecosistemas y las comunidades locales de Cabo Pulmo:
- Destrucción del hábitat de especies marinas y terrestres únicas en el mundo.
- Contaminación del agua y el suelo, poniendo en riesgo la salud del arrecife y la biodiversidad de la zona.
- Impacto en los recursos hídricos locales, afectando tanto a los ecosistemas como a las comunidades locales que dependen de ellos.
- Aumento de la huella de carbono, contradiciendo los compromisos ambientales de México.
- Pérdida de biodiversidad, al destruir el hábitat único en la zona de Punta Arena poniendo en riesgo especies de flora y especies amenazadas de aves acuáticas y costeras y tortugas marinas anidantes.
- Afectación a la calidad y a los modos de vida de los habitantes locales.
Greenpeace México, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el Centro para la Diversidad Biológica, la Coalición Cabo Pulmo Vivo y La Nueva Generación de Investigadores del Desierto Sonorense (N-Gen) exigimos a la SEMARNAT y a su titular Alicia Bárcena que se revoquen las autorizaciones para estos proyectos y que se proteja este invaluable Parque Nacional de la explotación inmobiliaria y turística que amenaza su existencia. Por su parte, el CEMDA emprendió las acciones legales correspondientes, donde solicita a la Semarnat la revisión de las autorizaciones emitidas a los proyectos.
Los santuarios oceánicos como Cabo Pulmo son particularmente exitosos para proteger la biodiversidad, para asegurar la recuperación de los ecosistemas y beneficiar a las comunidades locales. Necesitamos proteger al menos el 30% de nuestros océanos de actividades humanas dañinas como el turismo depredador, con una red de santuarios marinos. Esto será un gran paso para la recuperación de los ecosistemas oceánicos, y para el bienestar y el equilibrio de todo nuestro planeta.
[1] Descubriendo la Biodiversidad Terrestre en la Región de Cabo Pulmo / Uncovering the Dryland Biodiversity of the Cabo Pulmo Region© 2014 Botanical Research Institute of Texas, Nueva Generación de Investigadores del Desierto Sonorense / Next Generation Sonoran Desert Researchers, University of California Institute for Mexico and the United States. Todos los derechos reservados / All rights reserved.