Puede parecer un problema lejano, pero la deforestación está más cerca de ti de lo que crees. No solo desaparecen árboles: desaparece también tu bienestar, tu salud, e incluso tu dinero.

¿Qué es la deforestación?
La deforestación es la pérdida permanente de cobertura forestal para dar paso a otros usos del suelo, como:
- Agricultura intensiva
- Ganadería extensiva
- Minería
- Urbanización
Y aunque muchas veces pasa desapercibida, tiene impactos directos en tu vida cotidiana. Te contamos cómo.
¿Cómo afecta la deforestación a tu salud, tu economía y tu entorno?
Contamina el aire que respiras
Los árboles purifican el aire. Sin ellos, aumenta la contaminación atmosférica, lo que incrementa los casos de enfermedades respiratorias.

Disminuye la calidad del agua
Los bosques filtran y regulan el agua. Su pérdida hace que el agua llegue más sucia y en menor cantidad a las comunidades.
Golpea tu bolsillo
Menos árboles = más calor. El cambio climático causado por la deforestación aumenta el uso de energía para enfriar o calentar casas. Además, las sequías e inundaciones afectan cultivos y encarecen los alimentos.
Aumenta la vulnerabilidad ante desastres
La pérdida de árboles debilita el suelo, provocando más erosión, deslaves e inundaciones.
Afecta tu salud mental
Un estudio de ISGlobal reveló que vivir cerca de espacios verdes reduce el riesgo de depresión y ansiedad. La deforestación también nos aleja de ese equilibrio emocional.
¿Cómo nos afecta la deforestación como sociedad?
La deforestación tiene un impacto profundo, sobre todo en las comunidades rurales que dependen del bosque para vivir. Afecta:
- La agricultura y ganadería sustentables
- La conservación de suelos fértiles
- El acceso al agua y a recursos naturales
También obstaculiza prácticas como el sistema agrosilvopastoril, que combina árboles, agricultura y ganadería en un mismo terreno de forma sostenible.
Sin bosque no hay biodiversidad, ni refugio para la fauna, ni alimentos para comunidades que ya enfrentan pobreza.

Gran parte de esta crisis proviene del cambio de uso del suelo, impulsado por la expansión de la ganadería y la agricultura intensiva para convertir los bosques en en potreros o campos de cultivo
Según nuestro reporte Menos es Más, entre 1960 y 2011, la producción de alimentos de origen animal fue responsable a nivel mundial del 65% de los cambios en el uso del suelo y de la expansión de la tierra cultivada que implican cierto grado de deforestación.
Frente a esta realidad, es vital promover políticas públicas y estrategias de manejo sustentable de los recursos, que incluyan el ordenamiento de prácticas como la roza, tumba y quema, que es un sistema agrícola tradicional donde se tala la vegetación, se deja secar, y luego se quema para despejar el terreno y fertilizar con las cenizas.
Cómo nos afecta la deforestación a los seres humanos no solo es una cuestión ambiental, sino también económica y social, pues socava el bienestar de millones de personas. Disminuir dichas afectaciones de la deforestación a la vida humana requiere la cooperación entre gobiernos, comunidades y empresas para frenar esta problemática, pues solo entendiendo cómo nos afecta la deforestación a los seres humanos podremos actuar de forma responsable.

¿Cuánta deforestación hay en México?
La situación es alarmante:
- En 2022 se perdieron más de 93 mil hectáreas de bosque primario en México.
- Entre 2002 y 2024, se perdió el 9.5% del bosque húmedo primario del país.
- Casi toda la deforestación en 2020 fue por la conversión de tierras forestales a potreros o cultivos.
Además, incendios forestales, plagas y fenómenos naturales agravan la degradación del suelo y la calidad del aire.
Y si lo vemos a escala global, el WWF advierte que el 47% de los bosques del mundo podrían desaparecer o degradarse para 2030 si no actuamos.
Consecuencias de la deforestación
Las consecuencias de la deforestación son diversas y afectan gravemente al equilibrio ambiental del planeta. Uno de los impactos más importantes es su contribución al cambio climático.

El gobierno debe enfrentar el cambio climático con decisiones urgentes.
Actúa ahoraLos bosques cumplen la función de sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera; sin embargo, al ser talados o quemados, ese carbono se libera, intensificando el calentamiento global.
Por ejemplo, datos del Global Forest Watch indican que los incendios en la Amazonia en 2019 generaron el 1.1% de las emisiones globales de carbono. Este es solo uno de los muchos ejemplos de cómo las consecuencias de la deforestación están directamente relacionadas con el deterioro del clima a nivel mundial.
Otro de los efectos negativos de la deforestación es la pérdida de biodiversidad. Los bosques son el hogar de miles de especies que dependen de ese ecosistema para sobrevivir. Cuando desaparece su hábitat, muchas de estas especies enfrentan la extinción, especialmente aquellas que son endémicas.

Las repercusiones de la deforestación también se sienten en la salud del suelo: al eliminar la cobertura vegetal, el terreno queda expuesto a la erosión, lo que disminuye su fertilidad y puede provocar fenómenos como deslizamientos de tierra. Así, el impacto se extiende a la seguridad alimentaria y a la estabilidad geológica de las regiones afectadas.
Además, las consecuencias de la deforestación tienen un fuerte componente social y económico. La expansión de tierras para la agricultura comercial, el cultivo de soja, la palma de aceite, la ganadería intensiva, la minería y la urbanización son prácticas que, aunque rentables a corto plazo, deterioran los ecosistemas a largo plazo. Esto compromete los recursos naturales que muchas comunidades rurales necesitan para vivir.
Para Greenpeace, estas razones son más que suficientes para señalar que las implicaciones negativas de la deforestación repercuten en todo el planeta al alterar patrones climáticos, reducir la calidad del aire y aumentar el riesgo de desastres naturales. Se trata de un problema global que exige atención y acción inmediata de sociedad civil, gobiernos y empresas.
¿Cómo evitar la deforestación?
Una de las formas más efectivas de cómo evitar la deforestación es mediante la implementación y el cumplimiento estricto de leyes que regulen el uso del suelo y prohíban la tala indiscriminada.

La restauración de ecosistemas degradados y la reforestación son herramientas clave para recuperar la biodiversidad y los servicios ambientales que los bosques nos ofrecen. Además, promover prácticas agrícolas sostenibles, como aquellas que reducen el uso excesivo de la tierra o evitan la expansión de cultivos a costa del bosque, es fundamental para no propagar la deforestación a largo plazo.
El trabajo conjunto entre gobiernos, empresas y comunidades también es esencial para evitar la deforestación. En el caso de México, la Estrategia Nacional para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (ENAREDD+) promueve un desarrollo rural sustentable y bajo en carbono.
Asimismo, Instituciones como Conafor, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Secretaría de Bienestar desarrollan programas para apoyar a las comunidades rurales con alternativas productivas que no impliquen la destrucción del bosque.

Este enfoque coordinado permite diseñar políticas específicas para cultivos como el aguacate o el agave, buscando cómo evitar la deforestación a través de prácticas agrícolas libres de impacto negativo sobre los ecosistemas forestales.
Otra vía fundamental para frenar la deforestación es modificar el marco legal para facilitar el desarrollo forestal sustentable y promover la legalidad en el uso de productos forestales. Para ello, es crucial el compromiso entre gobiernos y empresas para combatir la tala ilegal y fortalecer el compromiso de las empresas con cadenas de suministro libres de deforestación.
Finalmente, apoyar proyectos locales de restauración y generar redes de valor forestal fortalece a las comunidades rurales, mostrándoles caminos reales sobre cómo evitar la deforestación mientras se mejora su calidad de vida.
¿Qué está haciendo Greenpeace por la deforestación?
En Greenpeace México, lanzamos la campaña “México al grito de selva” para exigir a gobiernos y empresas:
- Detener la deforestación
- Proteger la Selva Maya
- Abrir espacios de diálogo entre comunidades y autoridades
- Garantizar una conservación a largo plazo
Porque es el pulmón verde de México. Alberga jaguares, árboles milenarios, conocimientos ancestrales y equilibra el clima en la región.
Protegerla no es solo una causa ambiental: es un compromiso con nuestra salud, cultura y futuro.
👉 Súmate a las miles de personas que ya exigen su protección. Firma, comparte y actúa.
