He tenido la fortuna de subir al barco Arctic Sunrise de Greenpeace y durante dos semanas colaborar en la expedición en el Golfo de México para documentar, caracterizar y defender los arrecifes veracruzanos.
Para mí ha sido una gran oportunidad poder colaborar con personas comprometidas con el medio ambiente, con un gran corazón y pasión por lo que hacen. Para hacer posible este trabajo fue necesaria la participación de muchas personas, comenzando por las personas que apoyan nuestras campañas con un donativo; voluntarias y voluntarios; investigadores de la Universidad Veracruzana y del Colectivo Interdisciplinario de Ciencia Aplicada y Derecho Ambiental (CICADA), así como el equipo de Greenpeace y la tripulación del barco Arctic Sunrise que nos brindó todo su apoyo y facilitó el trabajo a bordo.

© Ivan Castaneira / Greenpeace
Como bióloga, ha sido impresionante poder bajar 80 metros de profundidad y encontrar vida, descubrir ecosistemas que no han sido estudiados como los arrecifes mesofóticos que son ecosistemas muy importantes que sobreviven en profundidades desde 30 hasta 140 metros; y en los que la luz se ve disminuida hasta en un 90%.
Poder ver de primera mano estos ecosistemas ha sido simplemente maravilloso, esto fue posible gracias al equipo que tenemos a bordo que consiste en un semi-sumergible tripulado Nemo 2 y también un dron submarino que nos permitió tener imágenes de alta calidad de todo lo que estábamos viendo.

© Liam Warren / Greenpeace
Vivir en el barco fue una gran experiencia y la convivencia fue muy grata, en total eramos 34 personas a bordo, entre personas de la tripulación que comprende al capitán, primero, segundo y tercera oficial, ingenieras e ingenieros, radioperadores, personas que apoyan en cubierta, cocinero, personas de campañas de Greenpeace, periodistas e investigadores, todas y todos tras un mismo objetivo, proteger los arrecifes recién descubiertos en Veracruz zona norte y centro, y evitar la construcción del gasoducto Puerta al Sureste que los amenaza.
Nuestro día comenzaba con las inmersiones del semi-sumergible y el dron submarino, así como con la toma de muestras de agua para poder saber la temperatura, salinidad y los nutrientes, datos que nos servirán para poder determinar la contaminación y que tantos estragos ha generado el cambio climático en estas aguas.

© Ivan Castaneira / Greenpeace
Al mismo tiempo que hacíamos las inmersiones, las personas que no estaban bajo el mar, de manera religiosa ayudaban con la limpieza del barco que consistía en limpiar regaderas, baños y demás áreas comunes. Después llegaba la hora de la comida a la que todas las personas acudimos muy hambrientas debido al arduo trabajo realizado durante la mañana.
Por la tarde se lanzaba el escáner de barrido lateral que es una herramienta muy útil con la que podíamos hacer un escaneo del fondo marino y a modo de radiografía nos permitía localizar arrecifes y tener las coordenadas geográficas en las que trabajaríamos al día siguiente.

© Ivan Castaneira / Greenpeace
En total fueron quince días de esta aventura en la que hemos obtenido datos muy valiosos que nos permitirán exigir a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente que no apruebe el proyecto del gasoducto Puerta al Sureste que pretende pasar por encima de los arrecifes que hemos documentado; y que pone en riesgo la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
De igual manera, esta investigación nos permite tener el sustento científico para pedir que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y su adjunta la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) proteja de manera formal los arrecifes que documentamos y que no están dentro del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV) y Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan.
Esto fue lo que estuvimos haciendo desde Greenpeace Mar Adentro, tú desde Mar Afuera también puedes contribuir a hacer esto posible firmando la petición, únete como voluntaria o voluntario o contribuye con un donativo mensual.
¡Comencemos el cambio Mar Afuera!
