© Matthias Balk / Greenpeace

¿Se puede ahorrar dinero en las compras diarias y reducir los residuos plásticos al mismo tiempo? ¡Claro que sí! Hema Mahadevan, activista de Greenpeace Malasia, nos cuenta cómo lograrlo poniendo en práctica estas 5 ideas.

1. Armá tu kit de contenedores reutilizables para las compras

Lejos quedó la creencia de que para tener hábitos Zero Waste hay que salir a comprar recipientes de acero inoxidable o de plástico nuevos. Sin dudas, la sustentabilidad empieza por usar lo que ya tenemos, en vez de salir a comprar cosas nuevas. Por eso, seleccioná entre los recipientes que ya tenés los más apropiados para las compras más habituales. 

Ejemplos de envoltorios reutilizables como bolsas de tela, jarros de vidrio y tarros para comprar productos secos. © Matthias Balk / Greenpeace

No deseches bandejas ni tuppers porque sí. Evaluá cada uno según su utilidad potencial y vas a encontrar aptos para compras a granel de granos, fideos, galletas, comidas por peso o especies sueltas. Déjalos al alcance para cuando sea el momento de reabastecer tu alacena ¡y listo! 

2. Aliados claves: botellas y vasos reutilizables 

Esta opción que ya es un clásico indiscutido no sólo es un hábito ecológico sino que es también más higiénico. Porque ¿quién sabe el recorrido que hizo esa bebida en envase desechable y en qué condiciones estuvo guardada hasta llegar a uno? 

Así que si ya sos de quienes lleva su propia bebida a todos lados, tenés triple beneficio: estás siempre hidratado, ahorrás plata y cuidás tu salud. 

 3. Elegí comercios donde hagan refill de productos

© Matthias Balk / Greenpeace

Seguramente has visto en tu barrio de los que venden productos de limpieza y gastronómicos (como dietéticas, comidas por peso, cafeterías, etc). La buena noticia es que hay cada vez hay más opciones para comprar llevando tu propio envase, evitando envoltorios y comprando más barato. 

4. Comprar productos sueltos en vez de los que ya vienen envasados 

Las frutas y vegetales son el ejemplo perfecto de esta categoría. Esquivá esas opciones que vengan sobre una bandeja y envueltos en film plástico. Si buscás, encontrarás la opción que venga sin embalaje. Importante en estos casos: siempre llevar tus bolsas reutilizadas. 

© Tai Ngai Lung / Greenpeace

Otra ventaja de comprar suelto es que podés elegir la cantidad que necesitás en ese momento y no te ves en la obligación de comprar de más, algo que tal vez te lleve a desperdiciar el alimento y gastar de más.  

 5. Las bolsas reutilizables al poder  

Tené siempre a tu alcance varias de estas bolsas (de tela, de friselina, etc). Incluso podés llevar una siempre en tu cartera o mochila en caso que tengas que hacer una compra imprevista. Es importante que las cuides y no las pierdas para que su vida útil sea realmente larga y, por ende, más sustentable. 

El poder de una sola bolsa reutilizada es maravilloso. ¿Te imaginás la cantidad de bolsas plásticas desechables que dejarás de usar? 

Reducir y reutilizar es muy importante porque no todos los plásticos pueden ser reciclados y porque ya conocemos que el reciclaje es una solución que nos ha quedado corta ante tanto consumo desmedido. 

Esos son los 5 tips que Hemma aplica en su día a día en su ciudad, Kuala Lumpur. Pero claro, existen muchas otras opciones disponibles para explorar otras formas de comprar ahorrando dinero y cuidando los recursos de nuestro planeta.