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Mientras Equinor cuenta sus miles de millones récord en ganancias y emite enormes toneladas anuales de CO₂, personas de todo el mundo cuentan los daños de las sequías, olas de calor e inundaciones sin precedentes que este gigante petrolero está alimentando. Y muchas personas más en Argentina decimos NO al avance de esta empresa en el Mar Argentino.

Hace pocos días finalizó una de las acciones internacionales más impactantes y largas de Greenpeace: la ocupación de la plataforma petrolera (a bordo del While Marlin) de Shell. Coincidía con la época de anuncios récord de ganancias millonarias de los gigantes petroleros del mundo: Shell (casi 40 mil millones de dólares) Total Equinor  y el mensaje fue claro “Dejen de perforar y sean responsables de los daños!

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En estas épocas de temperaturas y fenómenos climáticos extremos personas de todo el mundo sufren el daño de las sequías, olas de calor e inundaciones récord que estos gigantes petroleros están alimentando. Esta es la injusticia climática en su peor momento. 

En el corazón del problema climático sucede que las personas que más sufren son generalmente las que menos hicieron para causar los problemas ambientales

Por ello, esta semana publicamos el informe “El otro balance de Equinor: millones de emisiones generadas al año que profundizan la crisis climática” y recordamos que tanto el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han declarado que no se deben aprobar nuevos proyectos de petróleo, gas o carbón en ningún lugar del mundo si queremos lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5℃.

¿Cuán grande es Equinor?

Equinor es una empresa multinacional de petróleo, gas y energía con sede en Noruega, fundada en 1972. El 99.87% de su producción global se basa en combustibles fósiles.  

Originalmente su nombre era Statoil: The Norwegian State Oil Company. El Estado noruego es su mayor accionista, con un 67%, gestionado por el Ministerio de Comercio, Industria y Pesca. El segundo mayor accionista, con un 3.6% es Folketrygdfondet, un gestor de inversiones que administra principalmente el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, en nombre del Ministerio de Hacienda. El tercer mayor accionista, con un 1.1% es BlackRock Institutional Trust Company, N.A, compañía que es la mayor gestora de inversiones del mundo.

Con sede en Stavanger (Noruega), Equinor es el principal operador de la plataforma continental del país nórdico. Está presente en unos 30 países. En 2018, Statoil cambió su nombre por el de Equinor.

¿Cuánto contamina Equinor?

Las emisiones generadas por la empresa Equinor equivalen a 3 millones y medio de autos funcionando 24 horas al día, durante un año.  Superaron los 250 millones de toneladas anuales de CO₂e, un aumento en relación a los niveles obtenidos antes de la pandemia.  

Como referencia, las emisiones de Equinor, representan más del 70% de las emisiones a las que Argentina llegaría hacia el año 2030 (349 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e)

Además, Equinor declara en su reporte de Sostenibilidad publicado en 2022 que prevé aumentar su producción de petróleo y gas durante 2021-2026 en un 20%, lo que obviamente daría lugar a un aumento de las emisiones. De hecho, antes de su Junta General de Accionistas del año pasado, la empresa anunció a los medios de comunicación noruegos que su objetivo es invertir en nuevo petróleo y gas durante décadas y que pretenden “perforar hasta la última gota”.

En el ámbito internacional, Equinor, está siendo acusada de especulación bélica, por aprovechar la Guerra en Ucrania para aumentar aún más sus ganancias.  En este contexto, uno de los principales favorecidos es Noruega, ya que el Estado juega un papel principal en la industria del petróleo y el gas.

¿Cuantó ganó Equinor el año pasado?

El 8 de febrero el gigante Noruego Equinor  hizo su anuncio anual de ganancias del año 2022. Al igual que los últimos años, alcanzaron un nuevo récord: 75 mil millones de dólares, todo a costa de emitir millones de toneladas de CO2 y profundizar la emergencia climática.

2017. Activistas de Greenpeace interrumpen el discurso de una representante de Statoil en la Cumbre de Energía del Ártico en Helsinki. La compañía petrolera estatal noruega estaba perforando en busca de petróleo en el Ártico mientras sus representantes hablaban de un futuro bajo en carbono como si fueran limpios y responsables.

Estas ganancias son producto de políticas de la empresa, un fiel reflejo de la industria de los combustibles fósiles, que no hacen más que profundizar la inversión en combustibles fósiles y retrasar las prometidas inversiones en soluciones renovables, tan demandadas por el Acuerdo de París y la comunidad científica y la sociedad a nivel global.

¿Qué planea Equinor en Argentina y cuánto nos va a costar?

En Argentina Equinor puede aprovechar los lucrativos sistemas fiscales del petróleo, en los que el Estado asume la mayor parte del riesgo económico de la inversión.

Equinor fue adjudicado con 5 bloques como operador, de las cuencas Argentina Norte (CAN 108 y 114), Malvinas Oeste (MLO 121) y Austral (AUS 105, 106). Participa también de los bloques CAN 102 de Argentina Norte y MLO 123 de Malvinas Oeste. Además, ya contaba anteriormente con la licencia del bloque CAN 100, sumando un total de 8 bloques, un total de 46.500 km2.

Los nuevos proyectos de combustibles fósiles tardan una media de 28 años en producir energía, que luego se venderá en el mercado mundial al mejor postor. Según el análisis realizado por la consultora argentina Ecolatina, en el caso de la Cuenca Argentina Norte, estiman 14 años hasta que el pozo esté operativo: una exploración de 2 años, delineación de 4 años y un desarrollo durante 8 años. La vida útil se estima en 22 años.


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Ecolatina, también, realizó un análisis de los hipotéticos impactos económicos en caso de que existieran descubrimientos hidrocarburíferos en las Cuencas Argentina Norte (CAN) y Malvinas Oeste (MLO). Según el estudio, se estipula que recién sería productivo en 2031. Es decir, años después del pico de demanda establecido por los análisis internacionales y por la misma Equinor. Esto implica una inviabilidad del proyecto, no sólo desde un punto de vista ambiental y climático, sino también desde el económico.

Bajo este escenario es necesario reflexionar en profundidad sobre los méritos de los modelos económicos basados en el extractivismo, que prácticamente no han conseguido mejorar el bienestar general de la población, sino que sólo benefician a unos pocos y provocan un efecto dominó de muerte, destrucción y desplazamiento en todo el mundo. Y tiene los peores impactos en las personas que no son responsables de la crisis climática.