
El 30 de agosto es el Día Internacional del Puma, en honor a una especie emblemática de América de la que se habla muy poco. Te invitamos a conocer más de este “gato gigante” que habita nuestras tierras desde mucho antes que nosotros y entender mejor por qué es tan importante su conservación.
7 características de los pumas que tenés que saber
1. Su nombre científico es Puma concolor pero es conocido de diferentes formas según la región. Se lo llama puma a secas, león de montaña o león americano.
2. Se trata del segundo felino más grande del continente, luego del yaguareté. A nivel mundial, es el cuarto más grande después del tigre, del león y del yaguareté.
3. Su población se distribuye a través de la mayor parte del hemisferio occidental, abarcando desde Argentina y Chile hasta Alaska. Es decir que los pumas, con su porte ceremonioso e imponente, recorren praderas, desiertos, bosques y montañas, ocupando más territorio que cualquier otro animal silvestre terrestre en América.
4. El más adaptable de los felinos americanos habita en ambientes tan variados como la puna a más de 4000 m de altura y las húmedas selvas de Misiones. El color y el tamaño varían según las regiones; por ejemplo, los animales misioneros son de tonos rojizos, mientras que los de Patagonia son leonados o grises y de gran tamaño.
5. No suelen ser agresivos con las personas. En cambio, tienden a evitar el contacto con los humanos. Por ejemplo, a lo largo de la historia en Argentina no se han registrado ataques de pumas a personas (salvo en dos casos excepcionales).
6. Cumplen un rol esencial en los ecosistemas. Por caso, los pumas pueden regular el número o influir en el comportamiento de sus presas herbívoras, como ciervos, guanacos y vicuñas -dependiendo la región-, y como resultado de esto beneficiar a la vegetación. Además, donde caza un puma, otros animales también comen, los restos son carroña para aves, roedores, reptiles e insectos. El puma es un engranaje de equilibrio en la naturaleza.
7. Los pumas son la especie de felino salvaje más grande que puede ronronear y, a diferencia de los leones y tigres, no pueden rugir.
Reel Parque Patagonia: avistaje de pumas
Dato extra (y muy sorprendente): los pumas habitan América desde hace millones de años
Desde la web de la Sociedad de Medicina Veterinaria de Argentina suman un dato que confirma la existencia ancestral de estos mamíferos en el continente: “De acuerdo con el registro fósil, esta especie evolucionó hace unos 6 millones de años en Norteamérica. En Sudamérica, el puma encontró una amplia gama de nuevos ambientes y presas a los cuales se adaptó exitosamente. Fue así ́ como este gran depredador logró colonizar desde los altos Andes, hasta las selvas tropicales, pasando por los grandes pastizales de la llanura pampeana, los bosques áridos del gran chaco y la extensa estepa patagónica”.
¿A qué amenazas se enfrentan los pumas?
La caza (muchas veces porque es considerada perjudicial para la ganadería) y la pérdida de hábitat son las principales amenazas para los pumas. La urbanización, el avance de la frontera agrícola y los proyectos de infraestructura fragmentan y reducen sus entornos naturales.
Al mismo tiempo, al expandirse las urbanizaciones sobre ecosistemas que son su hogar hace que se den más encuentros con humanos, lo que los expone a ser atacados. También, se ha observado que el hostigamiento por parte de perros domésticos posee impactos directos e indirectos sobre la ocupación de la especie. Aunque suelen ser esquivos y no acercarse a las personas (y mucho menos atacarlas), la falta de información alimenta el miedo y lleva a que se los mate pensando creyendo que así evitan riesgos para el ganado, las mascotas o la seguridad de las personas. El desafío se encuentra en buscar soluciones que permitan a las comunidades desarrollar sus actividades en armonía con la naturaleza, promoviendo la coexistencia y reconociendo el rol fundamental de estos felinos en el equilibrio de los ecosistemas.
Además, los atropellos constituyen un peligro importante, especialmente en zonas con alto tránsito cercano a sus hábitats.
Por último, la crisis climática impacta los hábitats de los pumas y la disponibilidad de sus presas. Las variaciones en los patrones de temperatura y precipitación pueden alterar los ecosistemas en los que habitan, pudiendo afectar la disponibilidad de alimento y de ambientes adecuados.
Ante este escenario y comprendiendo ahora mejor la importancia de estos animales increíbles, queda claro que se requieren de esfuerzos de conservación integrales para asegurar la supervivencia de sus poblaciones porque de ellos depende el equilibrio natural de nuestro continente.