Los microplásticos no dejan de ser noticia. Las pruebas de que son un verdadero problema para la salud de las personas, los animales y el ambiente son contundentes, lo cual es lógico cuando consideramos que vivimos en un mundo donde la contaminación por este material sintético es la regla y no la excepción.

En conmemoración del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, Greenpeace insta a todos los colombianos a unirse en la lucha contra la contaminación plástica, adoptando alternativas sostenibles y comprendiendo la importancia de la nueva ley de plásticos que entró en vigor el 1 de julio de este año.

 

En este video Celeste Giardinelli muestra con claridad cómo se ve el flagelo de los microplásticos en un lugar tan delicado y lleno de vida silvestre como es la Isla de Pascua. 

Esta es una de las problemáticas más urgentes a las que nos enfrentamos como sociedad. Por suerte, siempre hay algo que podemos hacer para mejorar la situación. 

Hoy en particular te compartimos algunas ideas que ayudan a reducir la exposición a estos contaminantes ínfimos pero poderosos, que nos acechan en el agua, el aire y hasta en la comida.

¿Qué son los microplásticos?

Primero, convengamos que cuando hablamos de microplásticos nos referimos a diminutos fragmentos de plástico (de menos de 5 mm de diámetro) que se originan al degradarse productos más grandes, como botellas, bolsas, esponjas de melamina, etc.

Microplásticos vistos desde un microscopio, a partir de muestras de agua tomadas por Greenpeace en el río Rin.

Estos materiales, al ser descartados y quedar expuestos a la intemperie, se descomponen en partículas más pequeñas que se depositan en el suelo, viajan a ríos y mares y hasta son transportadas por el aire.

Millones de perdigones, pequeñas bolas de plástico de color blanco, han estado inundando las costas gallegas.

Es importante saber que los microplásticos no sólo se generan al terminar la vida útil de un objeto. El ejemplo más claro es el de las esponjas plásticas que se usan para lavar platos que, cada vez que se friccionan, liberan billones de partículas tóxicas que viajan cañerías abajo contaminando todo a su paso.

¿Cómo llegan a nosotros los microplásticos?

Los microplásticos también llegan a partir de los mismos recipientes que utilizamos a diario para transportar alimentos, que a diario desprenden fragmentos microscópicos que ingerimos sin darnos cuenta. 

Al mismo tiempo, diversos estudios científicos han encontrado que el agua embotellada contiene niveles significativamente más altos de microplásticos en comparación con el agua del grifo.

Es decir que todo el tiempo estamos en contacto con microplásticos que terminan ingresando en nuestro sistemas.

En esta nota podés leer más detalles:

¿Cómo disminuir la exposición a los microplásticos? 

Es momento de poner acción estas ideas para reducir la exposición a este tipo de contaminación:

Sofía Gómez con un cartel que dice “Tratado Global de Plásticos ahora”.

En un plano más general, no olvidemos que podemos frenar esta marea si se crean y fomentan medidas que abarquen desde la producción hasta el consumo. Por eso, conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos continúa siendo la mejor estrategia. Seguiremos luchando para que se haga realidad 🌎💪.