Respiremos aire más limpio en Buenos Aires
Al igual que en muchas otras ciudades del mundo, en Buenos Aires respiramos contaminantes generados por el uso de derivados del petróleo, como el gasoil que liberan colectivos y camiones. No podemos permitir que este tipo de energía continúe afectando la salud de los ciudadanos. Por eso, le pedimos al gobierno porteño que se comprometa a trabajar en la transición a transportes basados en energías limpias.
A través de mediciones científicas, confirmamos que los valores de contaminación de aire en la Ciudad de Buenos Aires superan los niveles establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, según los resultados de estudios que realizamos junto a vecinos de la ciudad en distintos barrios porteños, hay locaciones que superan los niveles de exposición crónica hasta tres veces los parámetros de la OMS.
A pesar de que la contaminación es un tema crítico, el gobierno no es eficiente a la hora de realizar mediciones. Los controles oficiales son limitados ya que la ciudad sólo cuenta con tres estaciones de monitoreo, cuando otras ciudades en Latinoamérica cuentan con más de diez. Además, el sistema que utiliza la ciudad no mide algunos de los componentes más tóxicos y perjudiciales para la salud.
Entre los componentes se encuentran el dióxido de nitrógeno (NO2) y el material particulado 2.5 micras (PM 2.5) que provienen de la contaminación del aire generada por las emisiones que liberan colectivos y camiones, entre otros. Mientras se siga usando esta energía sucia, respirar en Buenos Aires será una amenaza. La inhalación de ambos componentes es perjudicial para la salud y puede causar enfermedades como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares (ACV).
Exigimos que el gobierno se comprometa a trabajar en transporte público basado en energías limpias.
Esto es lo que hicimos:
1- Realizamos mediciones científicas de la calidad del aire en la Ciudad de Buenos Aires y los resultados sobrepasaron los valores establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
2- Llevamos adelante un proyecto de ciencia ciudadana junto a vecinos porteños y logramos identificar los barrios con peor calidad de aire de la ciudad, según el resultado de nuestros monitoreos.
3- Pusimos en el foco de la agenda pública la problemática de la contaminación de aire y la urgencia del traspaso hacia energías limpias y sustentables.
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Monitoreo de la calidad del aire en la Ciudad de Buenos Aires (agosto 2018)