
Todos comprendemos que la calidad del aire que respiramos es importante. Sin embargo, la mayoría de las personas desconoce que el aire no siempre es saludable, ni mucho menos sabe qué implica la alerta amarilla.
Existe una alerta amarilla por mala calidad del aire cuando se presentan altas concentraciones de contaminantes de material particulado durante un periodo de tiempo muy prolongado.
Es usual que en la capital y en otras ciudades del país se produzcan alertas por la mala calidad del aire durante los primeros meses del año. Pero estas alertas son cada vez más frecuentes y con mucha más intensidad y duración.
Para dar una respuesta rápida se deben poner en práctica estrategias de atención de salud prioritaria y restringir las emisiones, entre otras medidas. De esta manera, se podrían prevenir los problemas de salud por la contaminación del aire y reducir el material particulado (un tipo de emisión generada por la quema de combustibles).

¿Qué consecuencias provoca la contaminación del aire?
La contaminación del aire es el principal factor de riesgo ambiental para la salud humana en el mundo y se ha asociado con una gran variedad de enfermedades:
- Asma.
- Infecciones agudas del tracto respiratorio inferior en niños (bronquiolitis, bronquitis y neumonía). Los efectos de la contaminación del aire en los más pequeños son más notorios ya que debido a su comportamiento y fisiología tienen un mayor riesgo.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), por ejemplo, bronquitis crónica.
- Cáncer de pulmón.
- Ataques al corazón e insuficiencia cardíaca.
- Accidentes cerebrovasculares.
Debido a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reúne a los principales expertos en temas de salud pública y contaminación del aire, estableció parámetros más estrictos en los nuevos niveles de la concentración de contaminantes perjudiciales para la salud en el ambiente. Las nuevas pautas de calidad del aire reducen de manera significativa los umbrales de peligro para varios contaminantes, incluidos PM 2.5 y PM10 (material particulado de 2.5 micras y 10 micras).
Los niveles actuales se basan en las investigaciones más recientes sobre las amenazas que la contaminación del aire representa para la salud humana. Por esta razón, los gobiernos deben implementar medidas para proteger la salud y la vida de la ciudadanía.
¿Cuál es la situación en Colombia?

Si se tienen en cuenta las nuevas directrices de la OMS, los niveles permitidos por la regulación nacional colombiana exceden un 400% para el material particulado de 2.5 micras y 233% para el material particulado de 10.
Todos nos vemos afectados por la toxicidad del aire, pero algunos, especialmente los niños y los adultos mayores, son más vulnerables o se ven más perjudicados que otros. Vivimos en un continuo riesgo a contraer enfermedades asociadas a la mala calidad del aire.
De hecho, en Bogotá la contaminación del aire por el PM 2.5 (material particulado de 2.5 micras) fue responsable de la pérdida estimada de 5400 vidas durante 2020.
Las condiciones climáticas que se presentan en la capital, como los cambios bruscos de temperatura durante el día y la alta intensidad y frecuencia de los vientos, generan que los contaminantes como el PM 2.5 y el PM10 permanezcan por mucho más tiempo suspendidos y se acumulen en diferentes lugares de la ciudad. En consecuencia, las personas los pueden inhalar con mayor facilidad.
Como ves, todos estamos expuestos y de seguro conoces a alguien que ha experimentado alguno de los efectos producidos por la contaminación del aire.

¿Qué puedes hacer tú?
Es urgente que los gobiernos aseguren nuestro derecho a respirar aire limpio y a un ambiente sano. Necesitamos ciudades sostenibles, con más espacios verdes, en donde la prioridad sean la salud de las personas y del planeta.
Exígele a Claudia López, alcaldesa de Bogotá, la implementación de un sistema de monitoreo de calidad del aire que mida realmente lo que estamos respirando y la reducción en un 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030. Firma para lograr una ciudad más justa, equitativa y con un aire más limpio.
Nuestra salud debe ser prioridad, ¡aire limpio ya!.