Durante más de cincuenta años, los barcos han estado en el centro de la organización y en la vanguardia de las campañas de Greenpeace. Las embarcaciones son una herramienta vital, nos permiten ser testigos y actuar frente a las amenazas que sufre el medio ambiente. Este 2024 el barco Arctic Sunrise llega a Colombia para proteger el pacífico colombiano de la contaminación por plásticos.
Cuando se piensa en Greenpeace vienen a la mente imágenes de barcos o lanchas rápidas en alguna parte del planeta deteniendo un crimen ambiental. Los barcos pueden contribuir a todas las etapas de la campaña: investigar, documentar, exponer, actuar, ejercer presión Los barcos de Greenpeace son, además, el inicio de nuestra organización.
Greenpeace comenzó en el mar, cuando doce jóvenes comprometidos alquilaron el barco Phyllis Cormack e intentaron detener los ensayos nucleares que Estados Unidos realizaba en las costas de Alaska. No lo lograron, pero a partir de entonces el mundo se dio cuenta de lo que sucedía.
Poco a poco Greenpeace fue adquiriendo una pequeña pero activa flota de barcos con los que busca proteger el medio ambiente del planeta, haciendo presencia en todos los sitios donde se atenta contra ella, siendo famosa las imágenes de gomones tratando de evitar que las flotas pesqueras asesinen ballenas o que las empresas energéticas tiren al mar bidones con residuos tóxicos de las centrales nucleares o que se desmantelen las plataformas petrolíferas tirándolas como chatarra al fondo del mar.
¿Por qué se hacen expediciones en barcos?
Una de las premisas de Greenpeace es la de “ser testigos”, estar presentes en los lugares donde se atenten contra la naturaleza y el medio ambiente para dar testimonio de lo que ocurre y así denunciarlo y darlo a conocer.
Es por eso que desde hace años Greenpeace realiza con sus barcos tours alrededor del mundo tratando de llegar hasta las zonas donde pocas personas pueden acceder para poner el cuerpo, documentar, investigar y denunciar, con confrontaciones no violentas a quienes dañan la naturaleza. Durante esos tours la tripulación es acompañada por equipos científicos, prensa global, personas aliadas y hasta celebridades.
¿Cómo es el barco Arctic Sunrise?
Es el barco más antiguo de la flota de la organización. Fue construido en 1975 y su nombre original era Polarbjørn (Oso Polar). Antes de ser parte de nuestra organización funcionaba como pesquero de focas en el Ártico, pero finalmente nunca se lo usó para eso, aunque sí apoyó la construcción de una pista de aterrizaje en la Antártida para la milicia a través de una zona poblada por pingüinos
Y aunque la construcción de la pista siguió, logramos dar visibilidad al suceso ante la opinión pública. Greenpeace finalmente compró el ahora llamado “Arctic Sunrise” en 1995 usando como pantalla una compañía llamada Arctic Sunrise Ventures Ltd., dado que, de otro modo, los anteriores dueños noruegos jamás hubiesen vendido la nave a Greenpeace.
En su historial puede presumir de haber sido el primer barco del mundo en circunnavegar la isla de James Ross en la Antártida, pudiendo demostrar con ese hecho que el calentamiento global y el deshielo del continente antártico es una realidad.
También fue conocido a nivel internacional cuando en septiembre de 2013 un grupo de 28 activistas de nuestra organización y dos reporteros gráficos independientes participaron en una acción para impedir que la plataforma petrolera de la empresa estatal rusa Gazprom desarrollara la primera perforación de petróleo del mundo en el mar del Ártico. Efectivos rusos capturaron la embarcación y las 30 personas involucradas en la protesta pacífica fueron detenidas. El Arctic Sunrise estuvo retenido en Rusia hasta junio de 2014.
Es un barco motonave y mide 49,62 metros de largo (eslora). Su velocidad máxima es de 11 nudos y pesa 949 toneladas. Su casco es redondo, sin quilla, por lo que el buque puede salir del hielo sin que lo aplaste.
El Polarbjorn estaba construido en su totalidad en acero, y tenía unas dimensiones de casi 50 metros de eslora por 11,5 metros de manga. Después de la reforma llevada a cabo tras su compra, el buque tiene capacidad para albergar hasta a 30 tripulantes, repartidos en seis camarotes individuales y 12 camarotes dobles. El buque cuenta con zodiacs como embarcaciones auxiliares y con un helipuerto en popa.
Todos los barcos de Greenpeace tienen políticas sólidas para tener el menor impacto posible. Por ejemplo, los sistemas de tratamiento de aguas residuales a bordo son ecológicos, y tenemos sistemas de desalinización. Existe un procedimiento bien establecido para la clasificación y almacenamiento de las diversas categorías de desechos y materiales reciclables que inevitablemente se acumulan a bordo.
El barco Arctic Sunrise llega a Colombia
Luego de su travesía investigativa en las Islas Galápagos y como parte de la campaña internacional de Océanos y Plásticos, el barco Arctic Sunrise llega a Colombia para documentar la importancia ecosistémica de migración, sustento y de biodiversidad en el pacífico colombiano.
Además de la tripulación conformada por personas de diferentes países nos acompañará un equipo de profesionales de biodiversidad marina: miembros de la Fundación Malpelo y de Parques Nacionales Naturales.
En una entrevista con el diario INFOBAE Mike Finken, capitán de la nave declaró: “Lo que nos enfoca este momento es la exploración de los montes marinos, que son como islas sumergidas en el mar, que generan una acumulación de vida que no se da en otros lugares en el océano. Queremos mostrar la relevancia de estos sitios para la biodiversidad y las especies migratorias“. Finken comandó la expedición en las Islas Galápagos por ser una reserva de vida marina de alta prioridad.
La importancia de Colombia en la protección de los océanos
Con las expediciones en barco desde Greenpeace buscamos impulsar la ratificación del Tratado Global de los Océanos, aprobado hace un año en el marco de Naciones Unidas, a fin de tener herramientas para crear áreas marinas protegidas en aguas internacionales. Es por eso que hemos decidido participar en este viaje ambicioso que pondrá este tema en el centro de atención y mostrará lo que está en juego no solo para nuestros océanos, sino para todos nosotros.
Junto con otros países de América Latina, esperamos que Colombia ratifique el Tratado. Colombia fue uno de los primeros países en firmarlo en septiembre de 2023, lo que indica su apoyo. Además, el país fue un miembro activo del bloque negociador CLAM (Centro y América Latina) durante el proceso del Tratado. Una reciente encuesta de YouGov encontró que el 90% del público colombiano apoya la ratificación del Tratado, y el 76% dice que debería hacerse urgentemente.
Además desde Greenpeace, junto con nuestros aliados del Movimiento “Break Free from Plastic”, estamos trabajando para conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos fuerte y jurídicamente vinculante en las Naciones Unidas para proteger a los mares y océanos de esta amenaza.
Colombia tiene una posición estratégica en Sudamérica porque es el único país que tiene costas en los dos mares (Pacífico y Atlántico). Casi el 50% de su jurisdicción es agua, relativamente igual a los territorios emergidos (continentales e insulares).
Es por ello que con esta expedición queremos comenzar un camino hacia un Océano Pacífico biodiverso y protegido, que podría llevar a la región y a Colombia a convertirse en un referente para América Latina.
Conoce más sobre el barco Arctic Sunrise: