Cada 16 de junio se celebra el Día Internacional de las Tortugas Marinas con el fin de generar conciencia sobre la importancia de su preservación para el planeta, ya que es una de las especies más amenazadas por la actividad humana. En esta nota te contamos algunos datos acerca de esta fascinante especie y sus amenazas.

Las tortugas marinas habitan la Tierra desde hace más de 100 millones de años. La última gran extinción hizo desaparecer a los dinosaurios de la faz de la tierra, pero las tortugas marinas sobrevivieron. Evolucionaron a partir de tortugas de agua dulce, pero las tortugas de mar ahora tienen aletas que se asemejan a remos y les permiten adaptarse mejor en el mar.
De acuerdo con la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) las tortugas marinas son un enlace fundamental con los ecosistemas marinos, ya que ayudan a mantener la salud de los lechos de pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a otras especies.

Pasan más de un 90% de su vida en el agua (alimentándose, reproduciéndose y migrando). Tienen la habilidad de migrar cientos hasta algunas veces, miles de kilómetros desde el área de forraje hasta la playa de anidación. Las hembras vuelven a tierra solo para desovar a las mismas costas donde ellas nacieron y los machos una vez entran al agua nunca más vuelven a tierra.
En Colombia habitan 5 de las 7 especies de tortugas marinas que existen en el mundo, todas ellas enlistadas en una categoría de riesgo.
Defender el hábitat de las tortugas marinas en Colombia:

La ruta migratoria del Pacífico Colombiano es vital para la vida marina – tortugas marinas, tiburones y ballenas – que van y vienen entre las islas, buscando un lugar para anidar o en busca de alimento. Pero se encuentra amenazada por la contaminación por plásticos.
La basura y especialmente los plásticos de un solo uso, sale de la ciudad y llega a los mares y océanos: El desecho incorrecto de los residuos sumado a la acción de las tormentas, el viento o la lluvia hace que viajen desde el sistema de alcantarillado de zonas urbanas a ríos, mares, océanos u otras vías fluviales por muy lejos que nos encontremos de la costa.

Créditos © Stefan Leijon © Stefan Leijon / CC BY-ND 2.0
En Colombia el río Bogotá recibe aproximadamente 690 toneladas diarias de carga contaminante, incluyendo aguas residuales y desperdicios industriales. Estas aguas viajan por todo el río Magdalena llegando, así al mar Caribe. Tanto en el océano Pacífico como en el Caribe, se han podido encontrar hasta 8.000 microplásticos y de 23 a 52 microplásticos por metro cuadrado de playa.
Todos los objetos de plástico que llegan al mar tardan muchos años en degradarse y pueden causar graves daños a la fauna marina. Estudios demuestran que 1 de cada 3 tortugas mueren a causa del plástico porque a menudo confunden las bolsas de plástico flotantes con medusas, lo que resulta en inanición a medida que sus estómagos se llenan de basura indigerible.
Por otro lado, las tortugas de río pueden verse afectadas por la contaminación del agua, especialmente por la basura y los desechos químicos.
Otro ejemplo es la contaminación a través de la cadena alimentaria. Si los animales consumen alimentos contaminados, las sustancias químicas pueden acumularse en su organismo y provocar enfermedades y problemas de salud.

Como parte de la campaña internacional de Plásticos, el barco de Greenpeace Arctic Sunrise estuvo hace unos meses en el Santuario de Flora y Fauna Isla de Malpelo (declarada Sitio de Patrimonio Natural por la UNESCO) para documentar la importancia ecosistémica de migración, sustento y de biodiversidad y fue testigo de este tipo de contaminación.
Mientras el uso y consumo de plásticos de un solo uso aumenta anualmente, la capacidad de los sistemas de reciclaje no aumenta a la misma velocidad A partir de mitad de año comienza a regir en Colombia la Ley de Plásticos de un Solo Uso que obliga al Gobierno Nacional a promover la formalización de los actores de la cadena de valor del plástico, incluyendo a los recicladores de oficio y las asociaciones de recicladores
La crisis climática y las tortugas marinas:

Los cambios de temperatura y el calentamiento global también afectan severamente la continuidad de la población de estas tortugas.
De acuerdo con la WWF, la determinación del sexo de las tortugas marinas depende de la temperatura. Mientras la arena esté más fría saldrán mayor cantidad de machos, mientras la arena esté más caliente saldrán más hembras.
Un cambio en las temperaturas globales altera la temperatura de la arena, lo cual afecta el sexo de las crías e incrementa el riesgo de una inestabilidad en la composición de las poblaciones.
Por otro lado, al aumentar el nivel del mar hace que se pierdan playas donde anidaban. Las tormentas e inundaciones cada vez más frecuentes pueden arrasar los nidos y los pastos se degradan o cambian en abundancia y distribución. Las temperaturas más altas de la arena pueden modificar el porcentaje de crías machos y hembras que nacen, pero también las temporadas migratorias.

Desde Greenpeace seguimos trabajando para conseguir un Tratado Mundial sobre los Plásticos fuerte y jurídicamente vinculante en las Naciones Unidas que impida que las grandes marcas y las grandes petroleras produzcan cada vez más plástico.
Y al mismo tiempo exigimos la creación de santuarios marinos a través del Tratado Global de los Océanos, un marco que podría allanar el camino para una vasta red de santuarios oceánicos que abarcan todo el mundo, fuera del alcance de la actividad humana destructiva, proporcionando a nuestros océanos el espacio que necesitan para recuperarse y prosperar. Y dando a estas tortugas la oportunidad de vivir millones de años más.

Sé parte de un movimiento mundial imparable que pueda lograr un ambicioso Tratado Mundial sobre los Plásticos.
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