Ámsterdam, 1 de mayo de 2025 – Para conmemorar los primeros 100 días del segundo mandato del presidente estadounidense Donald Trump, organizaciones de Greenpeace de todo el mundo realizaron protestas contra el menoscabo de los derechos y libertades de las personas por el multimillonario y corporativo. Desde el campo de golf de Trump en Escocia y el yate del CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en el Ártico, hasta el puente Golden Gate en San Francisco y el hogar de la Constitución de los Estados Unidos en Washington DC. En México, voluntarios de Greenpeace proyectaron el mensaje en la plaza de las Tres Culturas.

Greenpeace Estados Unidos (EE.UU.), una de las tres entidades de Greenpeace,  objeto de la abusiva demanda de 660 millones de dólares de la empresa de oleoductos de combustibles fósiles Energy Transfer, ha desplegado una pancarta en la que se lee “Nosotros, el pueblo: Preservar, proteger, defender” frente a la exposición de la Constitución estadounidense en los Archivos Nacionales.

El Dr. Folabi Olagbaju, Director de la Campaña por la Democracia de Greenpeace EE.UU., declaró:  “La misión de Greenpeace siempre ha sido preservar, proteger y defender nuestro mundo justo y verde y hoy, eso significa defender el mismo documento que hace posible esta labor crítica de defensa. Nosotros, el pueblo” es una frase que nos pertenece a todos… no es propiedad de empresas, ni de multimillonarios, ni de políticos. A medida que los derechos constitucionales a la libertad de expresión y al debido proceso son objeto de ataques en los campus universitarios, en los principales bufetes de abogados e incluso dentro de las instituciones periodísticas tradicionales, Greenpeace EE.UU. deja claro que nuestra lucha no se limita a defender el medio ambiente y salvaguardar el clima: se trata de defender la propia democracia”.

“Estamos aquí para recordar a esta administración, y a la nación, que los derechos constitucionales pertenecen al pueblo. La libertad de expresión, la protesta y la disidencia no son negociables. Son los cimientos de cualquier futuro habitable, y nos opondremos a cualquier esfuerzo por borrarlos.”

En estos 100 días, el presidente no sólo ha abandonado el Acuerdo de París sobre el cambio climático y ha ofrecido los espacios naturales de Alaska a las perforaciones petrolíferas, sino que también ha abierto los ecosistemas marinos prístinos del Pacífico a la pesca industrial y quiere poner en marcha la minería de aguas profundas en aguas estadounidenses e internacionales. Además, ha puesto fin a las inversiones en energías limpias y, en su lugar, ha impulsado el carbón, el petróleo y el gas fósil debilitando la normativa y eliminando obstáculos para la industria de los combustibles fósiles

Greenpeace Reino Unido dio a conocer una obra de arte de 55 por 40 metros en la playa junto al campo de golf de Trump en Escocia, «Trump Turnberry», que muestra un retrato gigante del presidente estadounidense rastrillado en la arena con el mensaje: «Es hora de resistir: lucha contra la adquisición multimillonaria».

Areeba Hamid, co-directora ejecutiva de Greenpeace Reino Unido, ha declarado: “Durante sus primeros 100 días, el presidente Trump ha estado trabajando activamente para desmantelar y debilitar las protecciones ambientales y atacar a quienes luchan por proteger la naturaleza y nuestro clima compartido, poniendo las ganancias corporativas de sus amigos multimillonarios por encima de las personas y el planeta. Es hora de resistir la toma de control multimillonaria de nuestros derechos y libertades.”

Greenpeace Nordic se unió a una protesta en el puerto de la ciudad más septentrional del mundo, Longyearbyen, en Svalbard, a la llegada del yate de Zuckerberg, valorado en 300 millones de dólares.

Halvard Raavand, director adjunto de programas de Greenpeace Noruega, ha declarado: “Los mayores aliados de Trump son un grupo de multimillonarios no electos, incluidos los multimillonarios tecnológicos. No se trata solo de un yate de lujo. Se trata de cómo poderosos multimillonarios como Zuckerberg se pliegan y apoyan a Trump y socavan la lucha climática, tanto a través del consumo extremo como facilitando la difusión de desinformación sobre el clima”.

Voluntarios de Greenpeace México se reunieron en Ciudad de México en la Plaza de las Tres Culturas -símbolo de la historia prehispánica, colonial y moderna de México, así como emblema de resistencia y memoria social- para proyectar los rostros de los verdaderos responsables de la crisis climática: los multimillonarios.

Los activistas también han intervenido paradas de autobús alrededor de las embajadas de EE.UU. en todo el mundo, incluyendo en Inglaterra, los Países Bajos y Dinamarca, con carteles que llevan el mismo mensaje: Es hora de resistir: Lucha contra la toma del poder por los multimillonarios.

FIN

Notas

Se pueden encontrar fotos y vídeos en Greenpeace Media Library.

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