- Mala planeación urbana y exceso de basura plástica agravan inundaciones en zonas urbanas
- Urge la implementación de acciones adaptativas o preventivas frente al cambio climático
Ciudad de México, 12 de agosto de 2025 – La tarde-noche de este domingo, la Ciudad de México fue testigo de un fenómeno sin precedentes en su historia climática reciente: la alerta púrpura, que corresponde al nivel más alto de riesgo de la Red de Alerta Temprana de la Ciudad de México, y cuya puesta en marcha se da cuando ocurren fenómenos meteorológicos intensos que suceden pocas veces, fue activada en la Alcaldía Cuauhtémoc.
Las inundaciones en esa zona urbana y sus alrededores fueron severas. Lo sucedido ya ha sido catalogado como “la lluvia más intensa de la temporada”, según Mario Esparza, Secretario de Gestión Integral del Agua1, y vuelve a encender las alarmas en torno a las numerosas afectaciones e implicaciones de los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes y de mayor intensidad, vinculados al cambio climático.
Los fenómenos naturales no son un desastre en sí; los desastres son el resultado de la suma de otros factores que se combinan con el cambio climático, como son la falta de planeación urbana, el rebasamiento del sistema de drenaje y la contaminación plástica, así como la inequidad en el acceso a servicios y la distribución desigual de los riesgos y vulnerabilidades a nivel social frente al cambio climático.
Al respecto, Pablo Ramírez, especialista en Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, explica que uno de los mayores niveles de riesgo relacionados al cambio climático en muchas ciudades son los asociados a las precipitaciones intensas e inundaciones, donde las poblaciones que viven en las periferias de la ciudad, son las más vulnerables.
Sin embargo, estos efectos nos dan otro aprendizaje: “el hecho de que el impacto de estos eventos dependa en gran medida de la forma en la que desarrollamos nuestras ciudades, y gestionamos el agua, significa también una oportunidad enorme para que sean parte de las soluciones que necesitamos para tener una mejor calidad de vida, y contar con ciudades resilientes. Por ello resulta urgente la implementación de acciones adaptativas o preventivas frente al cambio climático.”
Un problema que involucra a todo el Valle de México
El desafío no es nada más el evento pluvial, sino las consecuencias múltiples que supone su acontecimiento. Consecuencias que, durante el año pasado, en agosto del 2024, se vieron y experimentaron de manera directa por la población de Chalco, pero que desde ya implican a la totalidad del territorio del Valle de México, tales como: desalojo de personas de sus hogares, enfermedades e infecciones, putrefacción, olores fétidos por aguas negras, afectaciones de vías de comunicación y el incremento de la precariedad económica, además de daños en la salud mental de las personas.
En México contamos con leyes, estrategias, programas y diversos mecanismos a nivel federal, estatal e incluso municipal, pero este tipo de eventos nos muestra que la ambición y articulación de estos mecanismos no es suficiente para dar respuesta a estos eventos que son cada vez más frecuentes y de mayor magnitud.
“No debemos olvidar las fuertes lluvias del domingo aunque el agua se haya ido, este tipo de hechos ocurrieron el año pasado, años anteriores y seguirán ocurriendo, por lo que debemos poner atención en que existe desplazamiento climático interno, no solamente en las comunidades rurales, sino también en los asentamientos periurbanos. Hay que prevenir, adaptar y remediar”, agregó Ramírez.
Otro hecho a tener en cuenta, y que agrava de manera determinante el escenario, es la generación y acumulación de diversos tipos de residuos. Si bien la temporada de lluvias trae beneficios como el aumento del nivel de las presas, la recarga de los mantos acuíferos, la reducción de la demanda de agua potable y la mejora de la calidad del aire, estos beneficios se ven opacados por la contaminación plástica que provoca encharcamientos e inundaciones que impactan directamente a la población. 2
De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral del Agua, los principales factores que tapan el sistema de drenaje en la Ciudad de México (CDMX) son residuos sólidos (envases, colillas de cigarro y electrodomésticos), aguas residuales, aguas pluviales contaminadas y desechos industriales. Sin embargo, lo más alarmante es el volumen de PET detectado en las coladeras, tuberías y plantas de tratamiento.3
Viridiana Lázaro, especialista de Océanos de Greenpeace México apuntó: “Se hace un llamado a las empresas a hacerse responsables por los productos que ponen en el mercado: rediseñarlos para que no sean desechables y tomar medidas para que no generen contaminación. Requerimos de cambios sistémicos que atiendan el problema desde su raíz, es decir, una transformación del modelo de producción y consumo actual, particularmente del de los plásticos, que lleva a una reducción de la producción y consumismo excesivos, y la generación de productos alternativos con nuevos diseños y materiales que no sean dañinos para el medio ambiente ni para la salud.”
Para mayor información y entrevistas contactar a Sara Del Real, Oficial de prensa de Greenpeace México al 5540845320
- Reforma, “Colapsan calles, metro, aeropuerto, hospitales”. https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?urlredirect=https://www.reforma.com/nacional/ ↩︎
- CONAGUA, “No arrojes basura en calles, coladeras y cuerpos de agua”, https://www.gob.mx/conagua/articulos/no-arrojes-basura-en-calles-coladeras-y-cuerpos-de-agua ↩︎
- Al Momento, “Lluvias intensas y drenajes colapsados: la importancia de una buena gestión de residuos en la Ciudad de México”, https://almomento.mx/lluvias-intensas-y-drenajes-colapsados-la-importancia-de-una-buena-gestion-de-residuos-en-la-cdmx/
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