• México ratificó ante la ONU el Tratado Global sobre los Océnos
  • Nuestro país tiene la responsabilidad de garantizar su efectiva implementación

Estamos viviendo un momento histórico para la protección de los océanos. Tras 20 años de lucha incansable, el Tratado Global sobre los Océanos alcanzó su sexagésima ratificación el pasado viernes. Hoy, México se ha sumado a los países que han depositado oficialmente su ratificación ante la ONU, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, allanando así el camino para que este acuerdo histórico entre en vigor el próximo 17 de enero.

Este Tratado representa un avance crucial para ampliar la protección marina, establecer santuarios oceánicos que contribuyan a mitigar la crisis climática y salvaguardar la seguridad alimentaria de los miles de millones de personas que dependen de los recursos del océano.

Sin embargo, este importante hito debe ir acompañado de una acción urgente por parte de los gobiernos, en la ruta hacia la primera Conferencia de las Partes (COP) sobre los océanos.

Actualmente, solo el 0,9 % de la alta mar está protegida de manera total o con un nivel de protección alto. Por ello, el Tratado es clave para avanzar hacia la meta global de proteger al menos el 30 % de los océanos para 2030. Un nuevo análisis de Greenpeace Internacional revela que, para alcanzar este objetivo, los gobiernos deberán establecer áreas marinas protegidas que cubran más de 12 millones de kilómetros cuadrados cada año durante los próximos cinco años, una superficie mayor que la de Canadá.

El tiempo para actuar se está agotando. Si se quiere cumplir la meta del 30 % de protección oceánica para 2030, los países deben comenzar de inmediato a trabajar en el desarrollo de nuevos santuarios marinos, antes de la primera COP sobre los océanos. Esto permitirá que dicha conferencia, que se espera ocurra a finales del siguiente año, 2026, marque un verdadero punto de inflexión en la gobernanza global de los océanos.

En este contexto, México tiene la responsabilidad de garantizar la implementación efectiva del Tratado, así como su financiamiento. Es fundamental traducir los compromisos internacionales en acciones nacionales concretas que impulsen la creación y protección de santuarios marinos antes del 2030.

Agradecemos profundamente a las socias, socios, activistas y organizaciones aliadas que se sumaron a esta causa. Hoy celebramos juntos un paso más hacia la protección de los océanos, la biodiversidad y todas las formas de vida que dependen de ellos.