Hay muchas cosas que aún tenemos que aprender de los plásticos, entre ellas que no todos pueden reciclarse.

¿Por qué? La composición de una botella de agua no es la misma que la de una manguera o la de un teléfono, aunque los tres tengan plástico.

Existen miles de plásticos que comúnmente se dividen en 7 tipos, esto según la clasificación que en 1988 hizo la Sociedad de la Industria de Plásticos. De acuerdo con las características, usos y composición de cada uno, cuando se convierten en residuos unos son más difíciles de reciclar que otros.

Plástico encontrado en el mar © Justin Hofman

Plástico encontrado en el mar

Por ejemplo, no es posible reciclar los plásticos que están mezclados con otro material como pegamento, aluminio o resinas porque es muy difícil separarlos; tampoco es posible reciclar algunos plásticos de color porque sus pigmentos podrían dañar las máquinas.

También es difícil reciclar los residuos plásticos que fueron degradados por el sol durante mucho tiempo porque pierden calidad; y no es posible reciclar los plásticos que cuya composición se desconoce porque esto puede alterar todo el proceso de reaprovechamiento.

Hay algunos tipos de plástico, como el PVC (que encuentras por ejemplo en cañerías) que desprenden algunas partículas tóxicas, por lo que no es un material apto para ser reutilizado en alimentos ni para ser quemado.

Y hay otros tipos de plástico de difícil manejo que requieren un procedimiento químico de reciclaje que, al final del día, resulta costoso, ineficiente y muy contaminante.

Botella plástica flotando en el mar © Justin Hofman / Greenpeace

Botella plástica flotando en el mar

Estas restricciones, más la ausencia de una cultura del cuidado al planeta, hacen que 90% de los plásticos que hoy existen en el mundo no hayan pasado nunca por un proceso de reciclaje.

¿Y dónde va el plástico que no se recicla?

Un gran porcentaje va a nuestros océanos; es decir, al hábitat y al organismo de los 100 mil mamíferos marinos que mueren cada año por esta contaminación.

También va, en forma de partículas contaminantes, a nuestro aire, ya que muchos plásticos que no pueden reciclarse son incinerados.

Es claro, el reciclaje -que hoy las corporaciones promueven como la solución a la contaminación plástica que ellas provocaron- es en realidad el camino más largo para lograr un planeta libre de plásticos.

Voluntarios de Greenpeace haciendo limpieza de playa © Boy T Harjanto / Greenpeace

Voluntarios de Greenpeace haciendo limpieza de playa

 

¿Qué podemos hacer para evitar la contaminación plástica?

 

¡Libérate de plásticos! y, junto a Greenpeace, exige al Senado que reforme la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), para que prohíba los plásticos de un solo uso y haga responsable a las marcas de sus envases, empaques y embalajes.

Ésta es por ahora la mejor vía para garantizar que las empresas eliminen, no produzcan, no vendan y no distribuyan plásticos que no pueden reutilizarse ni reciclarse.

Sin una legislación de por medio, las corporaciones seguirán usando el reciclaje como una acción de responsabilidad ambiental, ya que esta práctica les reditúa en importantes ganancias económicas, consumidores y hasta en distintivos.

Mientras las empresas continúan promoviendo el reciclaje aún sabiendo que podría desarrollar otras alternativas, cada minuto que pasa una tonelada de plástico llega al mar…  

Las corporaciones, los gobiernos  y toda la sociedad podríamos hacer mucho más, ¿no crees? Te invitamos de nuevo a sumar tu firma a este movimiento.

¡Firma la petición!

 

Fuentes:

  • https://www.ecologiaverde.com/que-plasticos-se-reciclan-y-cuales-no-1168.html
  • http://reciclajesavi.es/tipos-de-residuos-plasticos-que-si-se-pueden-reciclar/
  • https://vivirsinplastico.com/plastico-se-puede-reciclar/
¡Libérate del plástico!

¡Exijamos leyes que prohiban los plásticos de un solo uso! Las corporaciones evaden su responsabilidad porque no existe un marco que las regule. Desplastifiquemos México.

Participa