La comida que comemos y cómo se produce tiene un enorme impacto en el clima. La producción excesiva de carne y lácteos industriales está alimentando en gran medida la emergencia climática. Desde 1961, el consumo de carne ha aumentado a más del doble, mientras que las emisiones de metano (un gas con 28 veces mayor potencial para causar calentamiento global que el CO2) provenientes del ganado y estiércol han aumentado 1.7 veces en el mismo período. La selva maya y otros ecosistemas como el Amazonas y bosques de América del Sur, están siendo destruidos a un ritmo alarmante para la ganadería o el cultivo de piensos. 

"Meat alla Timber" Action in Brazil. © Zé Gabriel / Greenpeace

Greenpeace launches a new campaign in Brazil titled “Carne ao molho madeira” (Meat alla Timber), to highlight how supermarkets are contributing to the destruction of the Amazon rainforest. Activists take action in Pão de Açúcar stores in São Paulo, and apply labels on meat products reading “Do you know where this meat comes from?”
The aim is to make customers aware about the relation between deforestation, cattle raising and the meat that lands on their table.

Actualmente, las emisiones del ganado ya representan tantos gases de efecto invernadero a la atmósfera como los automóviles, trenes, barcos y aviones en total.

La agricultura y los usos relacionados de la tierra son actualmente responsables de una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) que causan el cambio climático. Incluídas las actividades previas y posteriores a la producción, como el procesamiento y envío de alimentos. En total, el sistema de producción de alimento industrial crea hasta el 37% del total de gases de efecto invernadero (GEI).

¿Por qué reducir nuestro consumo de carne ?

La huella de gases de efecto invernadero de los productos ganaderos es aproximadamente 10 a 100 veces mayor que la de los alimentos de origen vegetal.

Si optamos por más productos cárnicos contribuiremos a las emisiones generadas por esta industria que hasta el día de hoy representan 14.5% de todas las emisiones globales de GEI.

Si no hacemos nada, para 2050 los GEI del sistema alimentario representarán más de la mitad de las emisiones globales totales asociadas con las actividades humanas.

¡Sí podemos hacer el cambio! ¿Cómo?

  • Exigiendo que se declare una emergencia climática nacional en México.
  • Pidiendo a nuestras ciudades más alimentos a base de plantas y menos carne en nuestras escuelas, universidades y comedores públicos.
  • Podemos transformar directamente la agricultura exigiendo a nuestros gobiernos que apoyen a los pequeños agricultores ecológicos y a aquellos que producen carne y lácteos de una manera y en una cantidad que nuestro clima pueda sostener.
  • Necesitamos decirles a los líderes políticos: “no más dinero público para la producción industrial de carne”, tenemos que hacer una transición a producción ecológica. 

La agricultura y ganadería industrial generan grandes impactos a la biodiversidad, el suelo y los recursos hídricos, creando un desequilibrio ecológico muy grave y una cantidad enorme de gases de efecto invernadero.

Es momento de que actuar como se debe, es necesario que se declare una emergencia climática en México.