¿Acostumbras comprar en mercados o tianguis en lugar de ir al súper? ¿Tienes un huerto urbano o consumes productos que se cultivaron en alguno? ¿intercambias productos con personas de tu colonia o tu hogar? ¿Tienes un negocio en el que tú produces lo que vendes? Tal vez eres parte de una cadena corta agroalimentaria y no lo sabías. 

En el sistema alimentario, que incluye todas las actividades y personas que forman parte del proceso de producción, cadena de suministro, cadenas agroalimentarias y consumo de los alimentos, participan elementos que frecuentemente no son vistos o tomados en cuenta pero que son centrales en la transformación hacia un consumo más responsable con el medio ambiente, como el tipo de alimentos que elegimos y los lugares donde se producen o los compramos. 

Variedad de comida vegana
Comida con alimentos frescos © Mitja Kobal / Greenpeace

Las cadenas cortas agroalimentarias son alternativas de mercado que implican proximidad geográfica, organizacional y social entre quienes producen y quienes consumen. Se caracterizan por reducir al mínimo la intermediación en sus intercambios, ofrecen productos cultivados y criados mediante prácticas agropecuarias sostenibles y promueven la construcción de relaciones de confianza entre productores y consumidores basadas en la comunicación veraz, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. 

Algunos tipos de cadenas cortas agroalimentarias son:

  • La venta directa en zona de producción, por ejemplo, cuando compras tus verduras en huertos o invernaderos donde son directamente cultivadas.
  • Eventos locales, como los trueques, ferias o festivales cuyo propósito es el comercio justo, saludable o ecológico.
  • Mercados y tianguis
  • Venta directa en ferias locales o municipales
  • Venta en tiendas de los productores
  • Reparto a domicilio directo de productores
  • Venta de sobrantes de autoconsumo (huerto urbano, milpa).
  • Venta por internet o por convenio entre productores y organizaciones privadas o públicas.

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Wheat Farmer in Bihar. © Karan Vaid / Greenpeace
Agricultor trabajando la tierra © Karan Vaid / Greenpeace

Los beneficios

Las cadenas cortas son el sentido opuesto de la agricultura y ganadería industrial, que requiere grandes cantidades de tierra, animales, personas trabajadoras que laboran con salarios injustos y muchos otros insumos y recursos del planeta para hacer llegar los alimentos de donde son producidos a tu mesa.  

El consumo de alimentos provenientes de la agricultura y ganadería industrial tiene graves implicaciones en el medio ambiente, actualmente en México el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de este sector, de acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero. 

La importancia del consumo local
La importancia del consumo local

Por el contrario, algunos de los beneficios de las cadenas cortas agroalimentarias son:

  • Participan menos intermediarios, por lo que las ganancias son directas para los productores. Esto permite a su vez que las y los campesinos adquieran precios más justos por su producción.
  • Se incentivan modos de producción que preservan el medio ambiente, como prácticas agroecológicas o artesanales.
  • El consumidor adquiere poder al conocer quién, dónde y cómo se producen sus alimentos.
  • Se valorizan productos que han jugado un papel esencial en la dieta de las poblaciones, como los productos obtenidos en la milpa un cultivo agroecológico tradicional en México.

¿Quieres ser parte de las cadenas cortas agroalimentarias? La elección de alimentos locales de temporada y basados principalmente en vegetales es un buen inicio, igual que elegir comprar en mercados, cooperativas y tianguis, estos son lugares en los que puedes saber quiénes, cómo y dónde se cultivan tus alimentos, en lugar de ir al super donde resolver las preguntas anteriores es casi imposible; después también puedes buscar talleres comunitarios para iniciar tu propio huerto en casa u organizar eventos en tu colonia o comunidad más cercana para intercambiar alimentos. Si quieres más tips e información sobre cómo ser un consumidor responsable, entra aquí.

Recuerda que tienes el poder de elegir un modelo alimentario que queremos, necesitamos y merecemos todas las personas para gozar de una buena salud y evitar los efectos negativos del cambio climático.

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Consume menos, consume mejor

Hoy tenemos la oportunidad de hacer frente a esta crisis y reinventar nuestro estilo de vida y el modelo actual de consumo masivo hacia uno que sea más sustentable, donde consumamos responsablemente, poniendo a las personas y al planeta en el centro.

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