La calidad del aire en México es un problema urgente y con rostro infantil. Cada año, al menos mil 680 niñas y niños menores de cinco años mueren por enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire. Este dato, lejos de ser solo una cifra, refleja una realidad alarmante: la infancia mexicana está pagando con su salud y su vida las consecuencias de un modelo urbano y de movilidad que prioriza los autos y la industria, antes que el derecho de las personas más pequeñas a vivir y respirar en un ambiente sano.
El informe “No apto para pulmones pequeños“, elaborado por Greenpeace México y la Red por los Derechos de la Infancia en México, expone en detalle cómo la contaminación atmosférica está afectando la salud de niñas, niños y adolescentes. Además, hace un llamado urgente para garantizar el derecho al aire limpio, reconocido como un derecho humano fundamental.
Contaminación del aire en México: Un diagnóstico urgente para la salud infantil
La contaminación del aire en las ciudades mexicanas se ha deteriorado en las últimas décadas, afectando directamente a la salud de la población y, especialmente, a las infancias. La contaminación atmosférica no sólo representa un problema ambiental, sino también un riesgo directo para la vida y el bienestar de niñas, niños y adolescentes.
Este diagnóstico, respaldado por datos oficiales y estudios científicos, advierte que la exposición diaria a contaminantes atmosféricos incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y neurológicas en menores de edad. La infancia mexicana está creciendo entre altas concentraciones de contaminantes que, poco a poco, deterioran sus pulmones y limitan su derecho a un desarrollo sano.
Informe Greenpeace sobre calidad del aire y derecho a un ambiente sano
El informe de Greenpeace México revela que, entre 1990 y 2015, las muertes infantiles atribuibles a la contaminación del aire aumentaron casi un 60%. Este incremento está directamente relacionado con la alta concentración de contaminantes como el ozono, las partículas PM10 y PM2.5, y otros derivados del uso intensivo de vehículos motorizados.
Además, el informe enfatiza que este problema no afecta a todas las infancias por igual. Las niñas, niños y adolescentes que viven en contextos de pobreza y marginación están más expuestos a estos contaminantes, y enfrentan mayores obstáculos para acceder a la atención médica o vivir en zonas con menor contaminación.
Consecuencias de la contaminación atmosférica para la salud infantil
El diagnóstico elaborado por Greenpeace México y la Red por los Derechos de la Infancia no sólo exponen un problema de salud pública, sino también una deuda social con las infancias mexicanas. La contaminación del aire condiciona la vida, el desarrollo y los derechos fundamentales de millones de niñas, niños y adolescentes.
Este informe es una herramienta clave para visibilizar las consecuencias de la contaminación atmosférica y exigir soluciones. La infancia mexicana merece crecer respirando aire limpio y vivir en un entorno que garantice su salud y bienestar.