El manejo incorrecto de los sectores pecuario y agrícola tiene un impacto catastrófico en el cambio climático (CC), ya que contribuyen en gran medida a la emisión de gases y compuestos de efecto invernadero. Pero, asimismo, estos sectores, bien manejados, tienen un gran potencial para disminuir los efectos negativos del CC, con el fin de reducir su impacto en la biodiversidad y mitigar las emisiones de efecto invernadero.
La manera en que se lleva a cabo hoy esta actividad primaria, ya sea en su forma extensiva o intensiva, conlleva diversos cuestionamientos en cuanto a los daños ambientales asociados al entorno, pues la ganadería extensiva tiene como consecuencia inmediata la deforestación, erosión y empobrecimiento del suelo, mientras que la de carácter intensivo tiene fuertes impactos contaminantes.
En México, la actividad ganadera crece y se transforma cada vez más rápido debido a nuestro apetito insaciable por los productos cárnicos, sin que las políticas públicas, programas y legislaciones sean capaces de seguirle el paso. En este informe podrás encontrar información de uno de los casos emblemáticos en nuestro país: las granjas porcícolas en Yucatán.
Te invitamos a consultar el informe completo en este enlace, además del reporte ejecutivo tanto en español como en lengua maya.