Hace más de una década, más de dos millones de personas junto a Greenpeace y más de 300 organizaciones pidieron por la sanción de dos leyes que constituyen los hitos ambientales más importantes en la historia de Argentina. Una de ellas es la Ley de Glaciares.
Se trata de una victoria de clase mundial, que fijó estándares para la defensa del medio ambiente en muchos otros países, en donde aún se enfrentan la conservación de glaciares con la ambición de quienes buscan destruirlos.
Ya pasaron más de 10 años desde la sanción de la Ley Nº 26.639 “Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial” en el año 2010. Se trata de la segunda ley ambiental más importante impulsada por Greenpeace y más de 300 organizaciones. De hecho, Argentina es el primer país de América Latina que aprobó una ley para proteger sus glaciares.
A pesar del feroz boicot de empresas mineras como Barrick Gold junto a la ciudadanía logramos que la ley prohíba claramente la minería sobre glaciares o ambiente periglacial y que establezca que hay que preservarlos.
Es importante comprender el rol fundamental que cumplen tanto los glaciares como el ambiente periglaciar en el resguardo de los recursos hídricos, por lo cual ambos necesitan protección.
Es por ello, que la actual ley define al ambiente periglacial en la alta montaña, como el área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico. En la media y baja montaña, como el área que funciona como regulador de recursos hídricos con suelos saturados en hielo.
La norma establece la creación de un inventario nacional de glaciares y ambiente periglacial, y estipulaba un plazo de cinco años para su realización. El inventario se realizó e identificó numerosos glaciares y geoformas presentes del ambiente periglacial, que dan cuenta de la presencia de este mismo ambiente y la importancia de protegerlo.
Incluso en junio de 2019 la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró por unanimidad que la Ley de Glaciares es constitucional. El fallo señaló que la responsabilidad en la protección de glaciares es compartida entre Nación y las provincias. También, reafirmó que los derechos individuales como el de propiedad ceden ante derechos colectivos como el derecho al agua.
Los glaciares son uno de los principales patrimonios ambientales de nuestro país. Tienen un rol fundamental en el abastecimiento de agua y son una de las reservas estratégicas fundamentales de este recurso natural en estado sólido. Y al mismo tiempo son “bienes de carácter público”, claves en el contexto de emergencia climática actual.
Pero el proyecto de Ley Ómnibus, recientemente enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación, incluye modificaciones a la Ley de Glaciares, que ponen en serio riesgo el futuro de un ecosistema vital para enfrentar la actual crisis climática y de biodiversidad en la que nos encontramos.
¿Qué logramos gracias a La Ley de Glaciares?
- Se logró evitar la destrucción ambiental de glaciares y áreas periglaciares al poder frenar 44 proyectos que los amenazaban de forma directa
- La resistencia de las asambleas y organizaciones y la presión de la gente la mantuvo en pie, frente a los intentos de derogarla e impugnarla en la Justicia impulsados por el sector minero.
- El proceso de aprobación y vigencia de esta ley tuvo interrupciones y contramarchas por la presión del sector minero, de creciente poder en el país. Los avances y retrocesos culminaron con la ratificación en la Corte Suprema de Justicia de la constitucionalidad y el procesamiento en la justicia de ex funcionarios de primer nivel por el incumplimiento de la ley.
¿Qué hicimos desde Greenpeace para defender los glaciares?
Trabajamos incansablemente en esta campaña:
➥Publicamos informes, investigamos, documentamos, exigimos auditorías, Presentamos demandas junto a asambleas y organizaciones ante la Corte Suprema para el cese de actividades en el emprendimiento minero Veladero.
➥ Enfrentamos a gobernadores provinciales (Gioja, Beder Herrea, Urtubey, Zamora, Barrionuevo) y a jueces que fueron cómplices del incumplimiento de la Ley de Glaciares al favorecer los intereses de las mineras con amparos y medidas cautelares (que buscaban impedir que se aplique la ley).
➥ Denunciamos incansablemente a la canadiense Barrick Gold que tapó sus daños ambientales, incluyendo un derrame de cianuro de 1 millón de litros que contaminó 5 ríos en San Juan, lo que fue el peor desastre ambiental provocado por una minera en nuestro país.
➥ Acompañamos los reclamos de asambleas como la de Jáchal, a las personas de Famatina y Chilecito que resistieron la avanzada de compañías mineras como Barrick Gold, Shandong Gold, Osisko y Midais que tenían el aval de gobernadores para la explotación de oro. Incluso lograron expulsarlas.
Conocé la cronología completa de la historia de la Ley de Glaciares:
Nuestras acciones y reclamos con creatividad también estuvieron presentes:
➥ En 2009 le pedimos a la ex presidenta Cristina Kirchner que proteja los glaciares frenando la construcción de una usina de carbón en Río Turbio que aceleraría el cambio climático. 21 activistas logran impedir durante 2 días las operaciones de los materiales para su construcción.
➥ En 2011 instalamos un campamento y nos encadenamos 48hs en la puerta de Veladero en San Juan porque Barrick Gold impedía que la Ley se aplique. Luego de dos días los 50 activistas fueron detenidos. A la semana siguiente, conseguimos la reglamentación de la Ley de Glaciares.
➥ En 2013 le reclamamos al gobierno de San Juan que prohíba la actividad minera en la Reserva San Guillermo con una fuerte campaña nacional Escalamos el Centro Cívico a la madrugada y colgamos un cartel a 20 metros de altura.
➥En 2016 35 activistas fueron detenidos frente a la Casa Rosada por escalar el mástil con un mensaje al ex presidente Mauricio Macri para que cierre Veladero. Y cuando colgamos una bandera de 40 metros desde la punta del Obelisco con el mismo reclamo.
Si bien el Tribunal del Medio Ambiente chileno confirmó el cierre definitivo (y multa de 9 millones de dólares) del proyecto Pascua Lama, (propiedad de Barrick Gold) por daños ambientales provocados en su construcción en la frontera entre Chile y Argentina. Pero aún queda el emprendimiento minero Veladero, en la provincia de San Juan, que es la única mina a cielo abierto que continúa operando violando la Ley de Glaciares (dado que está asentada sobre glaciares y ambiente periglacial).
¿Cómo afectaría hoy el proyecto de Ley Ómnibus a la Ley de Glaciares?
1- Modificaría los artículos 1 y 2 de la ley para la preservación de los glaciares y del ambiente periglacial.Se realizaría una modificación en la ley a fin de habilitar la actividad económica en la zona periglaciar, es decir, el entorno que se encuentra alrededor del glaciar y que permite que éste exista.
3- Eliminaría la prohibición de la actual protección que prohíbe la actividad minera y petrolera en zonas periglaciares.
Este proyecto de Ley Ómnibus no garantiza la protección de un ambiente complejo, que es resguardo de agua dulce y al que ya el calentamiento global puso en jaque. El incumplimiento y la falta de controles hicieron posibles los derrames tóxicos más graves de la historia minera argentina, que todavía hoy tienen como consecuencia ríos contaminados.
El gobierno nacional y las provincias deben comprender que no se puede permitir exploraciones y explotaciones mineras en cualquier lado. La ley es muy clara al respecto.
Si en la zona hay glaciares o si se pone en peligro el ambiente periglacial, allí no se puede avanzar.
El acceso de los ciudadanos a fuentes de agua dulce depende de ello. Del porcentaje total de agua dulce casi el 79% se encuentra en forma de hielo permanente en los hielos polares y glaciares . Por eso, es muy importante garantizar su protección.
Esta regresión de derechos ambientales conquistados es completamente inadmisible. Las normas que pretenden modificarse fueron el resultado de largos debates democráticos y no deben cambiarse en beneficio de sectores corporativos, lo que provocará la destrucción impune de bosques y glaciares, entre otros ecosistemas.
La solución no es desmantelar la ley haciendo legal lo que hoy es ilegal, sino promover mayores controles y sanciones en pos de la protección del medio ambiente.