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Twenty five years ago, the biodiversity and beauty of Cabo Pulmo was threatened by overfishing and irresponsible tourism. Now the coral reef in the Mexican state of Baja California Sur is again home to a wide variety of life including several types of fish, crustaceans, mollusks, birds and marine mammals. As we campaign for a global ocean treaty, the successful fight to care for this area shines as an inspiring example of how local communities can bring about great change to benefit both people and the environment.

Thanks to this people power, in 1995 Cabo Pulmo was declared a Natural Protected Area under Mexican law. Since then, numbers of fish have increased by more than 400% and Cabo Pulmo now thrives like a reef that has never been fished in. Likewise, migratory species such as whale sharks,  giant mantas, humpback whales, marine turtles and sharks have returned to the area.  The recovery of this amazing reef is a success story: in part due to the legal protections passed but also due to the collaboration of nearby communities, who even voluntarily stopped their own fishing activities to support the environmental protection of the unique Cabo Pulmo ecosystem. Now, the locals promote sustainable tourist activities such as whale, turtle and shark watching, as well as diving for small groups of visitors. 

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But this local community isn’t finished with standing up for the oceans.  Over the past 25 years, the beauty of this area has attracted the interests of big companies, such as Hansa Urbana, which in 2008 tried to develop a sprawling new tourist complex named “Cabo Cortés” close to the Cabo Pulmo reef. This project was a threat to the reef and its wildlife from sewage to oil leaking from boats, destruction of coastal dunes and high demand for freshwater, to name a few.

World Oceans Day Event in Mexico. © Greenpeace
Greenpeace staff and volunteers wave ribbons as an ‘ocean wave’ in Mexico City, Mexico. During an event in the lead-up to World Oceans Day. © Greenpeace

Local communities worked together with organizations like Greenpeace to put pressure on local and federal governments to demand the cancellation of Cabo Cortés. 220,000 citizens signed the petition launched by Greenpeace Mexico to stop this destructive project. Finally, in 2012, the government agreed to these demands and cancelled the building plans . This was a major victory and reflects the importance of defending our ocean sanctuaries, which are vital to protecting our seas and the rich biodiversity that lives there. Once again, we saw what people power can do, when we stand together against greedy companies to protect marine life.

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Ocean sanctuaries like Cabo Pulmo have been particularly successful in protecting iconic biodiversity, improving fisheries and benefitting local economies and communities. We need to protect at least 30% of our oceans from damaging human activities, such as industrial fishing, oil drilling and deepwater mining, with a network of oceans sanctuaries.  This would be a huge step for the recovery of ocean ecosystems, and for the wellbeing of our whole blue planet.

Ornela Garelli is an Oceans Campaigner at Greenpeace Mexico


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Cabo Pulmo, una historia de éxito para la gente y la vida marina

Cabo Pulmo es un arrecife de coral ubicado en el estado de Baja California Sur. Este lugar alberga una amplia biodiversidad compuesta por una variedad de peces, crustáceos, moluscos, aves y mamíferos marinos, muchos de los cuales se encuentran bajo alguna categoría de riesgo. Hace más de 25 años, esta área de gran belleza natural se encontraba amenazada por la sobrepesca y el turismo irresponsable, hasta que las comunidades locales se organizaron para cambiar esta situación en beneficio de la gente y el medio ambiente.

Gracias al poder de estas personas, en 1995 Cabo Pulmo fue declarado un Área Natural Protegida, bajo la categoría de Parque Marino Nacional. Desde entonces, las poblaciones de peces se han incrementado en más de 400% y han vuelto al lugar diversas especies migratorias, como tiburones ballena, mantarrayas gigantes, ballenas jorobadas, tortugas marinas y tiburones. 

La recuperación de este increíble arrecife es una historia de éxito: en parte debido a las protecciones legales que se aprobaron pero también por la colaboración de las comunidades vecinas, quienes incluso transformaron su modo de vida basado en la pesca para apoyar la protección ambiental del ecosistema único de Cabo Pulmo. Ahora, las personas de esta zona promueven actividades ecoturísticas como buceo para pequeños grupos de visitantes o avistamiento de ballenas, tiburones y tortugas,  para ganarse la vida protegiendo al mismo tiempo la naturaleza.

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No obstante, durante los 25 años que Cabo Pulmo lleva como parque nacional, la belleza y riqueza de esta área ha atraído el interés de grandes compañías. Este es el caso de la española Hansa Urbana, que desde 2008 trató de desarrollar un nuevo complejo turístico llamado “Cabo Cortés” en una zona limítrofe con Cabo Pulmo. Este proyecto era una amenaza para el arrecife y su vida marina debido a los impactos ambientales que traería consigo: vertimiento de aguas residuales y de aceites de las embarcaciones, destrucciones de dunas, alta demanda de agua potable, entre otras.

Las comunidades locales trabajaron junto a organizaciones como Greenpeace para presionar a los gobiernos estatal y federal con la demanda de cancelar Cabo Cortés. Más de 220 mil ciudadanos y ciudadanas firmaron una petición lanzada por Greenpeace para detener este proyecto destructivo. Finalmente, en 2012, el gobierno del presidente Felipe Calderón escuchó estas demandas y canceló los planes. Ésta fue una gran victoria que refleja la importancia de defender los santuarios oceánicos, los cuales son vitales para proteger nuestros mares y la rica biodiversidad que los habita.

Una vez más, vimos lo que el poder de la gente puede lograr cuando nos mantenemos juntos contra los intereses de las grandes empresas en aras de proteger la vida marina

Personal y los voluntarios de Greenpeace agitan cintas como una "ola oceánica" en la Ciudad de México, México. Durante un evento previo al Día Mundial de los Océanos. © Greenpeace
Personal y voluntarios de Greenpeace agitan cintas como una “ola oceánica” en la Ciudad de México, México. Durante un evento previo al Día Mundial de los Océanos. © Greenpeace

Los santuarios oceánicos como Cabo Pulmo son particularmente exitosos para proteger la biodiversidad, mejorar las poblaciones de peces y beneficiar a las comunidades y a la economía local. Necesitamos proteger al menos el 30% de nuestros océanos de actividades humanas dañinas, como la pesca industrial, la explotación petrolera y la minería en aguas profundas, con una red de santuarios marinos. Esto será un gran paso para la recuperación de los ecosistemas oceánicos, y para el bienestar y el equilibrio de todo nuestro planeta. Firma nuestra petición por un Tratado Global de los Océanos que haga esto posible.

Ornela Garelli es activista de los océanos en Greenpeace México