Kaltex Pipe Blocking Action in Mexico. © Ivan Castaneira / Greenpeace
© Ivan Castaneira / Greenpeace

Noviembre es la época del año, donde dos fechas impactan el futuro del planeta. Se trata del Bought Nothing Day y del Black Friday, dos caminos tan distintos entre sí, uno lleva a las ofertas y el otro intenta cuidar el futuro del planeta.

En este cruce de caminos entre el consumismo desenfrenado, surge la necesidad de no comprar nada y tratar de romper este círculo vicioso, cuyas consecuencias son devastadoramente reales e insostenibles para el planeta.

De acuerdo a Greenpeace España, actualmente extraemos un 50% más de recursos naturales que hace 30 años, una presión insoportable para los ecosistemas del planeta. Sin embargo, la evidencia demuestra que este exceso no se traduce en mayor bienestar.

Tal y como lo dice la paradoja de Easterlin, el aumento de cosas materiales no atrae más felicidad. Es hora de cuestionar, si lo que realmente consumimos es felicidad o solo una ilusión pasajera con un costo ambiental impagable.

¿Qué es el Black Friday?

Protest against Waste of Resources at Amazon Munich. © Matthias Balk / Greenpeace
© Matthias Balk / Greenpeace

El Black Friday es un evento comercial que se celebra el día después del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, donde las tiendas ofrecen descuentos masivos para atraer a multitudes. 

Sin embargo, su verdadero impacto es ambiental, pues incentiva compras compulsivas que desatan una avalancha de residuos procedentes de embalajes y productos desechados, y dispara la huella de carbono debido a la producción y logística a escala planetaria.

¿Dónde surgió el día sin compras?

Como respuesta directa a esta cultura del derroche, nació el Buy Nothing Day, también conocido como el Día sin Compras. Esta iniciativa fue creada por el artista canadiense Ted Dave en septiembre de 1992 con un propósito claro: ser un día para que la sociedad examine el problema del sobreconsumo. 

La idea fue amplificada por la revista canadiense Adbusters, que le dio visibilidad internacional. En un movimiento estratégico y contestatario, en 1997 la fecha se trasladó para coincidir con el Black Friday, convirtiéndose en una protesta directa contra el consumismo desmedido.

"Make Something - Buy Nothing" Event in Cologne. © Annette Etges / Greenpeace

¿Cómo afectan nuestras compras al medio ambiente?

Detrás de cada oferta irresistible y cada paquete entregado en nuestra puerta, se esconde una cadena de devastación silenciosa. Nuestras compras no son actos aislados. Son el motor de una crisis que se mide en selvas taladas, ríos envenenados y calentamiento global

Levi's 'Detox' Action in Mexico. © Ivan Castaneira / Greenpeace
© Ivan Castaneira / Greenpeace

Datos de Greenpeace sobre el fast fashion revelan que el impacto de la ropa con la que nos vestimos es cada vez mayor en la salud del planeta. Cada año se fabrican en promedio 100 mil millones de prendas de ropa, pues cada persona compra 60% más de artículos de vestir que hace 15 años y conserva la ropa por la mitad de tiempo. 

De acuerdo con Ruediger Kuehr, investigador especializado en cuestiones tecnológicas y ambientales, el impacto ambiental de los dispositivos electrónicos comienza mucho antes de que lleguen a nuestras manos. Para fabricar una sola computadora, se requieren aproximadamente 22 kilos de químicos y mil 500 litros de agua.

A esto se suma la “obsolescencia programada” que es una estrategia de diseño que acorta deliberadamente la vida útil de los aparatos, obligando a los consumidores a reemplazarlos constantemente, lo que a su vez produce mucha basura electrónica.

También hay que considerar el problema de los plásticos de un solo uso, los cuales de acuerdo con una investigación de Greenpeace sobre Plásticos en los océanos, que señala que cada segundo más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos, en su mayoría estos desechos son plásticos de un solo uso.

¿Cómo evitar el consumismo que daña al planeta?

Buy Nothing Group Action Day in Hamburg. © Bente Stachowske / Greenpeace
© Bente Stachowske / Greenpeace

La respuesta a esta crisis reside en nuestras decisiones diarias. A continuación, te presentamos una breve guía para evitar compras que dañan el planeta.

1. Planifica y cuestiona tus compras 

Antes de adquirir algo nuevo, pregúntate si realmente lo necesitas o es un impulso. 

2. Repara antes de reemplazar 

Alargar la vida útil de tus pertenencias es una de las acciones más sostenibles. Antes de desechar, busca la forma de repararlo. 

3. Elige calidad y durabilidad 

Opta por productos bien hechos y diseñados para durar. Invertir en calidad en lugar de cantidad ayuda también a tu bolsillo.

4. Apoya la producción local y sostenible 

Elige productos y alimentos de temporada y de producción local o cercana. Esto reduce la huella de carbono.

5. Di NO a los plásticos de un solo uso

Usa bolsas de tela para tus compras, lleva contigo una botella de agua reutilizable y prefiere comprar productos a granel.

Elegir menos y mejor no solo reduce tu impacto ambiental, también impulsa un modelo más justo y sostenible para todas y todos.

Tus decisiones importan, y cada acción suma para construir un planeta más sano. Así que mejor reivindica estas fechas de consumo e invierte una parte de tu dinero en una donación mensual que impulse la protección del medio ambiente.

Clothes Swapping Party in Würzburg. © Sonja Och / Greenpeace
Consume menos, protege más

El Black Friday daña al planeta. Tú puedes hacer la diferencia.

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