Cuando pensamos en las montañas, nos vienen a la mente gigantes milenarios como el Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, que con sus 5,747 metros sobre el nivel del mar es la montaña más alta de México, o el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl que no sólo dominan el Valle de México, también forman parte del paisaje cultural del país. Alrededor del mundo, las montañas son el refugio de diversas etnias, muchas de las cuales mantienen intactas su cosmovisión y tradiciones.
Las montañas se encuentran amenazadas por el cambio climático y la sobreexplotación de sus recursos naturales
Sin embargo, las montañas no son inertes, conforman ecosistemas dinámicos, complejos y muy frágiles, pero de enorme importancia ecológica y económica. El 27 % de la superficie terrestre está cubierta por montañas, que sirven de hogar a más de 900 millones de personas que habitan en ellas¹, pero cuyos servicios ambientales, como madera, minerales, plantas medicinales, paisajes naturales o agua dulce, nos benefician a todos. A pesar de su importancia, las montañas se encuentran amenazadas por el cambio climático y la sobreexplotación de sus recursos naturales.
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Las montañas son fuentes de agua
En los últimos 35 años las montañas con glaciares han perdido el 22 % de su cobertura de nieve a consecuencia del calentamiento global¹, lo cual genera una disminución del agua dulce disponible para consumo humano. La escasez de agua afecta especialmente a las comunidades más pobres, provocando conflictos sociales y desplazamientos.
La deforestación causada por la minería, la sobreexplotación de recursos maderables o el cultivo intensivo de plantas, destinado a obtener materias primas para las industrias, que traen consigo la degradación en la calidad del suelo y una enorme pérdida de la biodiversidad de los ecosistemas de montaña. Lo anterior es especialmente relevante ya que las montañas albergan alrededor de la mitad de las especies del planeta². Además, las montañas son el centro de origen y diversificación del maíz, papa, sorgo, tomates, cebada y las manzanas, que forman parte de las 20 especies de plantas que en conjunto aportan el 80% de los alimentos del mundo².
Con el fin de aminorar la pérdida de la cobertura forestal de las montañas es imprescindible la transición hacia formas de consumo responsable, que permitan el desarrollo económico de sus habitantes como el ecoturismo y el comercio justo.
11 de diciembre: Día Internacional de las Montañas
En 1992, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo adoptó el Capítulo 13 del Programa 21 “Ordenación de los sistemas frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña”, que tiene entre sus objetivos el crear sistemas de planificación y ordenamiento para el aprovechamiento de tierras cultivables y no cultivables, así como promover actividades económicas como la pesca y el turismo equilibrados y la minería inocua para el medio ambiente. El año 2002 fue designado Año Internacional de las Montañas dada la relevancia de estos ecosistemas y la importancia de su conservación. A partir del 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas instaura el 11 de diciembre como el Día Internacional de las Montañas con el objetivo de promover acciones a todos los niveles para enfatizar la importancia del desarrollo sostenible en estos ecosistemas.
Fuentes;
(1) SEMARNAT. (11 de diciembre de 2017). Día Internacional de las Montañas
(2) Naciones Unidas. Montañas, esas joyas naturales que debiéramos atesorar
Consultado 6 de diciembre 2021.
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