El término refugiados ambientales —o migrantes ambientales, como los denomina la ONU— se refiere a las personas que se ven forzadas a abandonar su hogar, de forma temporal o permanente, debido a fenómenos climáticos adversos que amenazan su vida, salud o medios de subsistencia.

Toma de los restos de las casas de la Comunidad El Bosque, Tabasco.
El Bosque, en Tabasco, ha experimentado en carne propia las consecuencias del cambio climático. Su hogar fue inundado por el océano y las fuertes lluvias. © Greenpeace / Gustavo Graf

De acuerdo con la Coalición sobre Migración y Clima, el desplazamiento de estas personas está relacionado, en la mayoría de los casos, con el cambio climático. No obstante, también puede deberse a factores ambientales no necesariamente climáticos, como erupciones volcánicas o erosión, que no siempre están vinculados directamente con el cambio climático.

Por su parte, el ACNUR ha advertido que cada vez más casos de refugiados ambientales en el mundo están estrechamente ligados a la crisis climática, lo que subraya la necesidad de atención urgente a esta problemática.

Causas de la migración ambiental

De acuerdo con datos del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad de la Universidad Iberoamericana, las causas de la migración ambiental están estrechamente vinculadas con las transformaciones del entorno natural provocadas por el cambio climático. 

Fotografía del mar alcanzando la carretera, mostrando el impacto de la erosión costera como consecuencia del cambio climático.
México es un país altamente vulnerable a la crisis climática; sus impactos son cada vez más severos y frecuentes. © Gustavo Graf / Greenpeace

El origen de la migración ambiental no afecta a toda la población por igual, pues son los sectores en situación de vulnerabilidad, quienes sufren con mayor intensidad las consecuencias de fenómenos como sequías prolongadas, inundaciones, pérdida de suelos fértiles o el aumento del nivel del mar. 

Según el doctor Raúl Gutiérrez Patiño, las causas de la migración ambiental deben entenderse como una amenaza directa al bienestar humano, al desarrollo económico, a los derechos humanos y a la seguridad de las comunidades más expuestas.

Fotografía de un hombre en medio de las afectaciones de la Comunidad El Bosque en Tabasco como consecuencia del cambio climático.
Como El Bosque, veremos con mayor frecuencia la aparición de personas desplazadas climáticas. En esta pequeña comunidad de Tabasco la gente pide ser reubicada de forma tal que no pierdan su forma de mantenerse a través de la pesca. © Greenpeace / Gustavo Graf

Greenpeace insiste en integrar las causas de la migración ambiental en estrategias nacionales, como la actualización de la NDC 3.0. Esto permitiría abordar las causas de la migración ambiental desde la prevención, la reducción de riesgos y la justicia climática

El Bosque/ Greenpeace México
Actúa por justicia climática

El cambio climático desplaza comunidades. Exige medidas reales para frenar la crisis.

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¿Quién protege a los Refugiados ambientales en México?

México enfrenta una creciente amenaza por los impactos del cambio climático que, en muchos casos, ya están forzando a comunidades enteras a abandonar sus territorios. Sin embargo, carece de una política pública que reconozca y atienda integralmente a los refugiados ambientales. 

Aunque existen marcos legales como la Ley General de Cambio Climático, el Programa Especial de Cambio Climático y otras normativas relacionadas, estos instrumentos no abordan de forma concreta el desplazamiento climático. 

La falta de reconocimiento legal deja en situación de vulnerabilidad a miles de personas afectadas. 

Toma área de las afectaciones de la comunidad El Bosque, en Tabasco, México.
El gobierno mexicano tiene la responsabilidad de responder ante esto y de comprometerse con políticas públicas ambiciosas desde sus NDCs (contribuciones nacionalmente determinadas) y otras herramientas. © Greenpeace / Gustavo Graf

Ante este panorama, Greenpeace urge a las autoridades a colaborar con una política con enfoque de derechos humanos permitiría abordar esta realidad desde cuatro ejes primordiales:

Prevención

Anticipar riesgos mediante ordenamiento territorial, gestión ambiental y fortalecimiento comunitario

Adaptación

Reducir vulnerabilidades y facilitar transiciones dignas cuando la permanencia no sea posible incluir diagnóstico interseccionales, infraestructura adecuada y acompañamiento psicosocial

Reubicación planificada 

Se debe garantizar justicia social, participación comunitaria y condiciones de vida digna.

Toma aérea de la nueva zona de viviendas para la reubicación de la comunidad El Bosque, Tabasco.
Tras ser reconocidos como desplazados climáticos, los habitantes de El Bosque, localidad destruida por la erosión causada por el cambio climático, reciben sus nuevos documentos y las llaves de sus nuevas viviendas en la ciudad de Frontera, Centla, Tabasco, ubicada a pocos kilómetros de sus hogares originales. Ahora viven el proceso de adaptación a una nueva realidad en un nuevo entorno urbano al que no están acostumbrados. © Gustavo Graf / Greenpeace

Seguimiento post reubicación

Asegurar integración social, atención emocional y monitoreo continuo para mitigar impactos y fortalecer la resiliencia.

Adoptar una política pública integral no solo es urgente para proteger a las poblaciones más expuestas, sino que también posicionaría a México como un referente regional y global en justicia climática. 

Actúa hoy, que nadie quede atrás en la crisis climática, es urgente una respuesta al desplazamiento climático desde un enfoque de justicia, equidad e inclusión. Súmate a Greenpeace y forma parte del movimiento por la justicia climática en México.

El Bosque Community Affected by Climate Change Impacts in Mexico. © Gustavo Graf / Greenpeace
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