Nestlé se suma a la conversación sobre la contaminación por plásticos, pero lo hace con declaraciones vagas y sin compromisos reales. En lugar de liderar con acciones concretas, la empresa opta por mantener el statu quo con promesas reciclables que no atacan el problema de fondo:
la sobreproducción de plásticos de un solo uso .

Montaña de residuos plásticos cubierta por una manta gigante con el logo de Nestlé, evidenciando el impacto ambiental de sus empaques desechables.
Greenpeace, junto con la coalición #breakfreefromplastic, lleva a cabo una limpieza de playa y una auditoría de marca en Freedom Island, Parañaque City, Metro Manila, Filipinas. © Biel Calderón / Greenpeace

Nestlé lanza un comunicado sobre envases, pero evita hablar de reducción

Nestlé, la compañía de alimentos y bebidas más grande del mundo, emitió un comunicado con el objetivo de abordar la creciente crisis de contaminación por plástico. Sin embargo, la declaración no incluye objetivos claros para reducir o eliminar los plásticos de un solo uso .

En lugar de comprometerse con una transformación real, la empresa anunció la “ambición” de que todos sus envases sean reciclables o reutilizables para 2025, y que continuará aumentando el uso de plásticos reciclados. No se especificaron cronogramas ni mecanismos para facilitar el reciclaje real por parte de los consumidores.

Lee el comunicado completo de Nestlé

Greenpeace responde: No basta con reciclar

Graham Forbes, campañista de océanos en Greenpeace, señaló:

“La declaración de Nestlé sobre los envases de plástico incluye más de los mismos pasos insuficientes para enfrentar la crisis que ayudó a crear. En realidad no moverá la brújula hacia la reducción de plásticos de un solo uso de una manera significativa. La declaración está llena de objetivos ambiguos o inexistentes, confía en las ‘ambiciones’ para mejorar, y responsabiliza más a los consumidores que a la empresa por limpiar su propia contaminación plástica”.

¿Por qué lo que propone Nestlé no es suficiente?

Los compromisos sin acciones concretas no son una solución frente a la crisis ambiental que enfrentamos. Nestlé tiene los recursos y la influencia necesarios para liderar un cambio estructural, pero elige no hacerlo. Esto no solo es decepcionante, sino también peligroso para el planeta y las comunidades más afectadas.

Reciclaje sin objetivos claros

Nestlé insiste en soluciones de reciclaje, pero ignora la urgencia de reducir la producción de plásticos . Sin metas específicas, sus compromisos no se traducen en acciones efectivas.

La responsabilidad no puede caer solo en el consumidor

Nestlé sigue transfiriendo la responsabilidad al consumidor, cuando debería ser la propia empresa quien asuma los costos y consecuencias de su contaminación.

Greenpeace exige soluciones reales

“Una empresa del tamaño de Nestlé debería establecer un estándar sólido para avanzar hacia la reducción y eventual eliminación de los plásticos desechables”, añade Forbes. “Esta empresa ya debe saber que los esfuerzos de reciclaje no van a limpiar nuestros océanos, cursos de agua y comunidades”.

Nestlé, el mayor contaminante plástico del mundo

Durante una limpieza masiva en Freedom Island, Filipinas, en 2017, Nestlé fue identificada como la empresa más contaminante . Sus productos son recurrentes en limpiezas y auditorías de marca en todo el mundo.

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