Foto: Laura Colombo/ Greenpeace

Los trenes son hoy en día una pieza clave en un sistema de transporte eficiente y de bajo impacto ambiental comparado con alternativas terrestres como el transporte de carga vehicular. Sin embargo, existe un aspecto del desarrollo ferroviario que aún tiene efectos negativos sobre los bosques del norte de nuestro país y que puede, y debe, ser eliminado. 

Foto: © Martin Katz /Greenpeace

Los durmientes (también conocidos como traviesas), que son utilizados tanto en la renovación como en el mantenimiento de vías, siguen siendo de quebracho colorado (también de quebracho blanco, con un tratamiento químico especial y en menor proporción). De hecho, por cada durmiente de madera que va colocado debajo de las vías, se sacrifica innecesariamente un árbol de quebracho (de entre 60 y 80 años de edad). Esta explotación no solo es una actividad de principios del siglo pasado, sino que además muchas veces se desarrolla de manera ilegal.

Foto: © Nicolás Villalobos / Greenpeace.

El quebracho colorado, un árbol con porte importante y crecimiento lento. Fue declarado en el año 1956 “Árbol Forestal Nacional”, por su importancia ambiental, económica y social. Sin embargo, tanto su explotación intensiva y como los desmontes para desarrollo agropecuario lo llevaron a su estado actual de vulnerabilidad. En Argentina está  categorizado como “En Peligro” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Durmientes de madera en Moreno, Buenos Aires. Foto: © Martin Katz /Greenpeace

De 1900 a 1966, considerando solo el ferrocarril, se estima que 64.500.000 postes de quebracho colorado santiagueño viajaron rumbo a las estancias pampeanas. Para tener una idea de la magnitud de la que hablamos podemos decir que con estos, se podría tender un alambrado imaginario hasta la Luna e, incluso, volver medio camino.  

Desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2 millones y medio de durmientes de quebracho colorado y quebracho blanco. Esto significa más de 2 millones de árboles talados.

Po otro lado, las provincias desde donde se traen las maderas son Chaco y Santiago del Estero, dos de las 4 provincias donde se destruyen más bosques . La región del Gran Chaco está al tope de los índices globales de pérdida de bosques nativos. El 85% de un ecosistema único como el quebrachal del Bosque de Tres Quebrachos, en la Provincia de Chaco, ya ha sido destruido.

Durmiente colocado recientemente en vía ferroviaria de Buenos Aires.
Foto: Bruno Giambelluca / Greenpeace

Los durmientes ferroviarios son una parte fundamental del tendido de vía y un componente irremplazable. Y aunque hoy existen diferentes tecnologías aplicadas para su fabricación la utilización de la madera sigue teniendo gran demanda a nivel mundial, a pesar de la preocupación global por el uso de recursos forestales para fines productivos e industriales. 

Sumado a esto, hay publicaciones que ponen la atención sobre el tratamiento químico al cual están sometidos los durmientes de madera, que luego de su vida útil son considerados residuos peligrosos

¿Existe otra opción?

Foto: © Martin Katz /Greenpeace

Sí, existe. Los durmientes de hormigón y sintéticos o compuestos son alternativas que pueden ser utilizadas en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías; y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado. Son realizados de diferentes materiales como restos de neumáticos y bidones de agroquímicos. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México.

Foto: © Martin Katz /Greenpeace

En Argentina, a pesar de que existen estudios y capacidad técnica sobre durmientes sintéticos, su desarrollo está retrasado. Recientemente una resolución conjunta entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Ministerio de Transporte de la Nación promueve la producción de durmientes con materiales post consumo, sin embargo no contempla asignación presupuestaria ni plazos para el reemplazo de los de madera. 

Quebracho en Chaco. Foto: Hernán Pérez Aguirre / Greenpeace

Durante el mes de agosto 2021 se van a abrir los sobres de dos nuevas licitaciones de mejoramiento de vías que incluyen la compra de 120.000 durmientes de quebracho, lo que implica cerca de 120.000 nuevos árboles talados para tal fin. La red ferroviaria nacional cuenta con más de 40.000 km de extensión, de los cuales están activos la mitad.

Es momento de tener una red ferroviaria sustentable, para lo cual es clave abandonar el uso del quebracho para durmientes de manera definitiva. Desde 2013 ya se talaron más de 2 millones de árboles para durmientes . No es necesario destruir un bosque para construir vías.

Sumate a esta campaña y reclamale ahora al Ministerio de Transporte de la Nación que establezca, mediante una resolución, el fin del uso del quebracho para los durmientes de los trenes.

No a la tala de quebrachos para las vías del tren

Por cada durmiente que va colocado debajo de las vías, se sacrifica innecesariamente un árbol de quebracho (de entre 60 y 80 años de edad).

Participá