Nuevo León, Estado de México, Coahuila, Puebla, Ciudad de México, Aguascalientes son solo algunos de los estados del país que desde finales de 2018 y hasta la fecha han tocado el tema sensible del aumento de las tarifas del transporte público.

Sí, sensible porque afecta directamente a nuestro bolsillo, recordemos que la población mexicana es la que más gasta en transporte entre los países del G20; y si bien en algunos casos como la Ciudad de México y Aguascalientes la intención de subir las tarifas ha quedado descartada por los gobiernos, en otros como Nuevo León, el tema se encuentra ahora en los tribunales.

¿Cómo se establecen las tarifas del transporte? Por ejemplo: la Ley de Movilidad de la Ciudad de México señala que las tarifas del transporte público se fijan por la jefatura de gobierno a propuesta de la Secretaría de Movilidad, considerando “diversos factores económicos y en general todos los costos directos o indirectos que incidan en la prestación de servicio”, sin que se especifique cuáles son.

En el Estado de México, el Reglamento del Transporte Público y Servicios Conexos señala que para el transporte público, la estructura del precio de la tarifa debe considerar sueldos y salarios, combustible, lubricantes, mantenimiento preventivo y correctivo, llantas, reparación de carrocería, seguros de responsabilidad,  impuestos y derechos directos, gastos de administración, depreciación de equipo, utilidad y fondo de liquidación de personal.

 

Cada estado tiene una forma distinta de fijar los costos que pagarán las y los usuarios, razón por la cual las tarifas pueden ser tan dispares de ciudad a ciudad y en algunos casos, pueden pasar años sin que se ajusten y quienes pagamos las consecuencias somos nosotros, no solo en lo económico sino que debemos padecer sus deficiencias. Si por un momento nos ponemos en los zapatos de quienes ofrecen el servicio es entendible que salgan a las calles a exigir aumentos cuando todo sube menos sus ingresos.

El gobierno federal asigna fondos para la movilidad anualmente en el país, algunas ciudades utilizan parte de ese dinero para el transporte público, pero en otras como  Monterrey, Toluca, Puebla, Querétaro y Guadalajara el 0% de los fondos federales se destina a este servicio, según el Índice de Movilidad Urbana 2018: Barrios mejor conectados para ciudades más equitativas.

Es momento de pedir a los gobiernos que inviertan realmente los recursos para mejorar la movilidad y establezcan las condiciones para que el transporte público sea seguro, digno, eficiente y sin contaminación.

Urban Revolution Viaduct Protest in Mexico. © Argelia Zacatzi
Exige transporte seguro y sin contaminación del aire

Exijamos más y mejor transporte que nos ayude a mejorar el aire que respiramos en nuestras ciudades

Participa