La contaminación por plásticos en México es una emergencia ambiental y de salud pública que afecta directamente a los ecosistemas, la biodiversidad y a millones de personas. No solo envenena los océanos y ríos, también es una amenaza directa para la salud humana debido a las sustancias tóxicas presentes en los plásticos y a la generación de micro y nano plásticos que ya se han encontrado dentro del cuerpo humano.
A pesar de la gravedad del problema, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) no responde adecuadamente a esta crisis.
Su enfoque actual prioriza el interés económico por encima del bienestar ambiental, tratando los residuos como mercancía y perpetuando así una de las principales causas de la contaminación por plástico.

Leyes y hábitos que alimentan la contaminación por plásticos en México
El pasado 11 de junio, una comisión legislativa conformada por 20 legisladores del Partido Verde Ecologista de México, el senador Armando Ayala Robles, del Grupo Parlamentario Movimiento de Regeneración Nacional, y encabezada por la senadora Maki Esther Ortiz Domínguez, turnó una iniciativa de reforma que podría agravar la contaminación por plásticos en México.
El problema con esta ley es que no aborda de forma efectiva ni estructural el origen del problema de la contaminación por plásticos, especialmente los de un solo uso, ya que no prohíbe de forma efectiva ni urgente la comercialización y el uso de estos productos.
En lugar de prohibir, clasifica estos plásticos como “residuos estratégicos para la economía circular”, lo cual incentiva su producción y uso, perpetuando el problema. Además, no especifica claramente qué productos serán prohibidos ni cómo, lo que deja espacio para vacíos legales.

Por si esto fuera poco, la iniciativa prioriza intereses económicos sobre el bienestar ambiental y social, al tiempo que se centra en falsas soluciones que mantienen la lógica del “usar y desechar”, en lugar de promover la reutilización y reducción de residuos.
De no modificarse con un análisis exhaustivo, esta ley podría convertirse en una herramienta legal para postergar decisiones clave, bajo el discurso de la economía circular. Y lo más grave es que no tiene enfoque de derechos humanos ni justicia ambiental.
Además, esta iniciativa de ley no contempla mecanismos claros para la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre políticas de residuos. Esto limita la transparencia y perpetúa las inequidades, al excluir a comunidades afectadas del proceso legislativo.

Para Greenpeace, esta ley, tal como está planteada, no contribuye a resolver el problema de la contaminación por plásticos en México sino que lo institucionaliza bajo una lógica económica que sacrifica lo ambiental, social y sanitario
Ante este panorama, Greenpeace México exige que se prohíba de forma inmediata –no hasta 2040– y clara los plásticos de un solo uso, al tiempo que se promueva la reutilización como eje central, se incluya la participación ciudadana, y se establezcan responsabilidades para las empresas contaminantes.
Causas de la contaminación por plástico en México
Empresas y legisladores normalizaron un sistema basado en el plástico de un solo uso, otra de las grandes causas de la contaminación por plástico.
Un informe conjunto de Greenpeace México y el Instituto Tecnológico de Veracruz, titulado “Amenaza Plástica: un problema en las costas veracruzanas”, reveló que los principales contaminantes en las playas mexicanas son plásticos de un solo uso: botellas, bolsas, tapas, unicel.

Este hallazgo confirma lo que ya se sabe: las causas de la contaminación por plástico están directamente relacionadas con modelos de producción irresponsables que priorizan la conveniencia sobre la sostenibilidad.
A nivel global, la contaminación por plásticos causa la muerte de más de 100,000 mamíferos marinos cada año. En el caso de México, esto pone en riesgo a 45 especies de mamíferos marinos que habitan nuestras costas. Por eso es urgente actuar.
Contaminación por plásticos: impacto global, soluciones locales
La contaminación por plásticos en México requiere respuestas contundentes. La Ley Antiplásticos que proponemos desde Greenpeace plantea una reforma que prioriza la reducción de residuos desde su origen, en lugar de enfocarse únicamente en su gestión.

Esta propuesta ataca frontalmente las causas de la contaminación por plástico, proponiendo medidas como:
- Prohibición de plásticos de un solo uso en todo el país.
- Establecimiento de sistemas de reutilización y refill como solución.
- Inclusión de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), para que las empresas se hagan cargo del ciclo de vida completo de sus productos.
- Eliminación de falsas soluciones como la incineración de residuos, que solo agravan la crisis climática.
Estas acciones tienen como objetivo reducir significativamente la contaminación por plásticos en México y rediseñar productos y sistemas de distribución. Lo desechable debe transformarse en reutilizable.
Ejemplos de estas soluciones ya existen: botellas retornables de plástico o vidrio, garrafones, dispensadores de shampoo y detergente, productos sólidos sin empaque. La reutilización no es solo viable, representa una oportunidad de negocio de más de 10 mil millones de dólares, según la Ellen MacArthur Foundation.

Greenpeace México no exige solo cambios, exige justicia ambiental. En un país donde la contaminación por plásticos en México está devastando ríos, mares y la salud de decenas, no es aceptable que la ley siga beneficiando a quienes lucran con la destrucción.
Por eso, se hace un llamado urgente al Congreso para detener la contaminación por plásticos en México. Ustedes pueden frenar las causas de la contaminación por plástico.
La contaminación por plásticos en México no se resolverá con reciclaje ni con campañas de limpieza. Se resolverá con leyes que prioricen la salud, los derechos humanos y el planeta por encima del lucro.
No más excusas. Es tiempo de legislar en favor de la vida. Necesitamos tu ayuda, la contaminación por plásticos en México no espera.

Exige al Congreso una ley que prohíba plásticos y priorice la salud, no las ganancias.
Presiona al congreso ahora